El toreo
Ocio y cultura
Toros

Los novillos de Dolores Rufino no dieron opciones a la terna

Solo Miguel Ángel Pacheco dio una vuelta al ruedo por su cuenta en el cuarto, mientras que Jesús Muñoz y Calerito se fueron de vacío

Sevilla

El escaso juego de los novillos de Dolores Rufino marcó el desarrollo del festejo de abono celebrado este jueves en horario nocturno, desde las 21:30 horas, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Solo el linense Miguel Ángel Pacheco dio una vuelta al ruedo en el segundo de su lote, aunque lo hizo por su cuenta, mientras que sus compañeros de cartel, el cigarrero Jesús Muñoz y el sevillano Juan Pedro García 'Calerito', se fueron finalmente de vacío.

El novillo que abrió plaza mostró poco celo de salida, fue mal picado y arreó en banderillas, aunque después llegó a la muleta con cierta movilidad. Tras brindis al público, Miguel Ángel Pacheco lo aprovechó en tres tandas por el pitón derecho, llegando a sonar la música, pero en el intento al natural el animal ya se quedó más cortó y con menos fuelle. Lo despachó de estocada trasera. Ante el cuarto, el de La Línea mostró su empeño poniéndose de rodillas tanto en el recibo de capa como en el inicio de faena con la muleta. Otro novillo que se movió pero con escasa entrega y falta de acople en el trasteo. Una estocada desprendida y atravesada precedió a la vuelta al ruedo que protestó buena parte del público.

  • FICHA DEL FESTEJO

El primero de Jesús Muñoz tuvo un puntito de bravura en el caballo de picar, pero llegó al último tercio muy soso a lo que se unió el escaso bagaje de este novillero de La Puebla del Río que, desde que debutó con picadores en Sevilla hace justo un año, solo ha sumado aquel festejo. Media desprendida y tres descabellos finiquitaron al animal. El quinto fue un ejemplar tan vasto de hechuras como de comportamiento. Se picó en chiqueros y, en la muleta, topó más que embistió. El cigarrero se justificó alargando excesivamente el trasteo antes de rematar su actuación con una estocada caída.

Con Calerito llegaría lo más vibrante de la noche cuando recibió a su primero a portagayola para después cuajarlo a la verónica y rematarlo en los medios. Pero hasta ahí, porque el de Dolores Rufino llegó muy anodino a la muleta y solo tuvo un par de entregadas embestidas por el pitón izquierdo. Dos pinchazos precedieron a la estocada desprendida definitiva. También se fue a portagayola ante el sexto, novillo de casi 500 kilos de peso que ya de salida cantó su mansa condición, aunque apretara de bravucón en el peto. Brindó Calerito al respetable y comenzó la faena en los medios con dos pases cambiados por la espalda, pero el animal siempre se empleó con la cara por las nubes y, para colmo, se puso gazapón para entrarle con la espada, requiriendo de un pinchazo, estocada corta y dos descabellos.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00