'Adiós a las Cruces de Mayo'

Huelva

'Adiós a las Cruces de Mayo'

No hay mejores habas "enzapatás" que las de la Cruz de Mayo del Barrio Obrero. Las de la carpa de "El Pati" que termina este domingo. Ahora que ya toca a su fin, es buen momento para reflexionar sobre el declive de esta celebración en Huelva. No hace tanto tiempo que cada barrio, con la llegada de la primavera, se afanaba en instalar estas verbenas de mayo. Cadenetas, botelleros, mostradores, el tablao donde futuras artistas destrozaban sus tacones a ritmo del "dale que dale que dale, toma que toma que toma, tengo una novia que vale más que la fuente de Roma..." y sobre todo la cruz con sus flores, sus espejitos, el romero, la juncia... Da lástima cómo se han ido quedando en el recuerdo las cruces de Mayo de la capital. Era agradable visitarlas una a una, y disfrutar sus ambientes. Pero sobre todo, admirable la función que cumplían de acercamiento de la vecindad. En la Cruz se dirimían diferencias a golpe de "convidá", se "hacía barrio" en cada velada. Ahora apenas sobreviven la de la Plaza Niña y la del Barrio Obrero, que, agazapada tras la casa del Guarda, mantiene viva la alegría de estas noches primaverales. En la Cruz del barrio obrero nos encontramos todos. Con caracoles, ensaladilla de chocos, de gambas o rusa. Queso en tapas o medias razones y los fritos: chocos, puntillitas, tortillas de gambas y el montadito de cochinito, al que no hay que echar mayonesa para que esté jugosito y tierno. Espero sea cuestión de tiempo el renacimiento de las cruces de Mayo. Son de las cosas de Huelva, que nunca, nunca se deberían perder.