La fiesta de la ITA
El comentario de Juan Francisco Rojo
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Palencia
Un año más llega todo un clásico: la celebración de la multitudinaria fiesta de la ITA y la polémica que suscita por la imagen de miles de jóvenes consumiendo alcohol en un parque público. A ello añadan el reguero de basura que suelen dejar este tipo de celebraciones. Son muchos los que se rasgan las vestiduras, quizá en la mayoría de los casos padeciendo amnesia de sus celebraciones juveniles.
Yo soy de los que piensa, e igual luego me tengo que comer mis palabras porque el día es largo, que en los últimos tiempos, los organizadores han mejorado de forma significativa este evento. Hay más seguridad, mucho más control e instalaciones adecuadas para dañar el parque Ribera Sur lo mínimo posible. Claro que habrá quien orine fuera de los sanitarios portátiles que se instalan. Pero qué quieren que les diga, yo veo todos los días a personas, no precisamente jóvenes, que escupen y orinan en la calle. A veces, son los mismos que protestan por los excrementos de los perros.
Claro que habrá jóvenes que beban más de la cuenta, y eso nunca es positivo. Pero a algunos de los que protestan, y es que en Palencia nos conocemos todos, yo les veo algunos fines de semana de copas por los bares con sus hijos de corta edad. Muchos, son los mismos que cuando van a las fiestas de sus pueblos, bajan la guardia con sus hijos y les permiten beber en la verbena porque están con sus primos mayores o con la pandilla de verano. “Por un día no pasa nada”. ¿Les suena? Conste que no justifico el consumo de alcohol por parte de los jóvenes.
Lo ideal es que ese consumo no se produzca. Es más, echo en falta durante el año programas ambiciosos que ofrezcan ocio alternativo. Actuaciones policiales frente al botellón se producen cada semana; pero creo que hay que ir más allá. Lo que hago, es ejercer de abogado del diablo y constatar que vivimos en un mundo de contradicciones; un mundo en el que muchos vuelcan en las redes su inquina contra la fiesta de la ITA sin darse cuenta de que viven en su casa en una constante contradicción.
Los organizadores de La ITA hacen un esfuerzo ímprobo porque todo salga bien. Y si ocurre algo anómalo no siempre será su culpa. Será responsabilidad de los indecentes, de los que no saben divertirse, de los que se entregan a una bacanal de alcohol y otras sustancias que no sólo consumen en esta fiesta. El parte de sucesos de la policía local recoge intervenciones constantes por consumo de alcohol y drogas en la vía pública. Algunos van con bates de béisbol y con cuchillos en el coche. Eso está pasando muy a menudo en nuestras calles. ¡A ver si al final va a ser más segura la fiesta de la ITA que el devenir cotidiano!