El tren de chapa despeja su futuro

Gijón

El tren de chapa de Veriña tiene futuro, de momento. 32 empleados saldrán del taller gijonés, a través  de prejubilaciones y contratos relevo, en el marco del plan de reorganización pactado entre Arcelor y los sindicatos. El acuerdo, que incluye inversiones por dos millones de euros, será ratificado mañana viernes por la plantilla.

Dicen los representantes de los trabajadores que es la opción menos mala. El objetivo es que el tren de chapa vuelva a ser competitivo después de quince meses en números rojos. José Manuel Castro, secretario de acción sindical de Comisiones Obreras, señala que han optado por "la única solución posible" para desbloquear la negociación.

Para añadir más presión resulta que en Italia existe una planta similar, Ilva, capaz de producir el triple que Gijón. La Comisión Europea acaba de dar luz verde a su integración en el grupo propiedad de la familia Mittal. La empresa mantiene el plazo para la entrada en funcionamiento de la primera fase de las nuevas baterías de cok: junio de 2019.