Un contrato hacia el horror
· El dueño del bar ‘Simpalabras’, detenido desde el veintiséis de marzo, fue acusado de abusar y violar sexualmente a empleadas y clientas
· La investigación se aceleró tras las denuncias en redes sociales de colectivos feministas y la Cadena SER
Santa Cruz de Tenerife
Hace cuatro años empezó todo. Abre el pub Simpalabras que pronto se convertiría en un punto de referencia entre los estudiantes para tomar chupitos. Su dueño es militar y compatibilizó su actividad con el bar durante los siguientes cuatro años.
El establecimiento, pronto, fue famoso entre los universitarios por sus chupitos: era muy activo en redes sociales. Publicaba fotos de sus clientes divirtiéndose en fiestas –la mayor parte jóvenes menores de veinticinco años-.
Los problemas comenzaron desde, prácticamente, el comienzo entre las camareras que contrataba y quienes aspiraban a serlo: “su entrevista fue en el mismo bar y dijo que me diera una vuelta, comprobó que era guapa y que podía vender”, asegura una testigo que ya ha declarado ante el juez y que añade que “necesitaba el dinero y, obviamente, cojo el trabajo”.
La testigo, según su relato, permaneció en su puesto de trabajo, sin contrato, durante tres meses soportando que utilizara su condición de jefe y de militar para “emborracharme –porque beber era parte del trabajo- esposarme y pedirme que la besara para quitárselas”.
“Después de eso, no seguí trabajando”, confiesa la víctima que tras testificar ante el juez, demostró su incertidumbre por no saber cuál será el final de este camino que, para ella, comenzó en el 2016.
Esta testigo es una de las más de quince que están testificando contra él. Muchas de ellas fueron camareras, aunque otras también fueron clientas o, incluso, aspirantes a trabajar en el establecimiento.
El veinte de marzo de 2018, la Cadena SER en Tenerife se hace eco de las denuncias que estaban publicándose en Facebook: “suele hacer tocamientos indebidos a las camareras” o “te manosea cuando pasas por detrás”, son algunas de las afirmaciones que, en Facebook, denunciaban las víctimas.
Desde este veinte de marzo, hasta que finalmente fue detenido, tan solo pasaron seis días. La Policía Nacional da máxima prioridad al caso y reconoce que se trata de un “depredador sexual”.
Ahora permanece en prisión sin fianza. El veintinueve de marzo se tomó la decisión. Todas las chicas rozaban los dieciocho años, aunque también hay menores implicadas y para las que se pretende preservar sus identidades y hechos con el mayor celo posible.