El Área Logística y su peor plazo
La opinión de Luis Morales
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Hoy por Hoy Andújar (03/05/2018)
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Andújar
Entre las muchas noticias de estos días, casi todas de la romería, me llamó la atención una que rompía el monotema folclórico propio de finales de abril. Agentes sociales se interesaban en una reunión por el Área Logística de Andújar, un proyecto millonario que, aunque en papel, dibuja un futuro más industrial en la ciudad; aprovechando su situación geográfica y las sinergias que puedan surgir con otros futuros polos estratégicos como Bailén y Linares.
No podía evitar pensar en la comparación con esos otros dos polos y el interés como nudo de comunicación del propio Bailén. Andújar puede competir como nudo ferroviario, pero cuando haya algo con lo que comunicar a uno de los dos lados. Es decir, cuando el ferrocarril realmente sirva a esta provincia de algo más que un recuerdo o el Corredor Central esté en agenda. Eliminados pues, de momento, estos supuestos quedémonos con la A4.
Y no es poco, Andújar conserva un interés de primer orden como nudo de comunicación, sí, no solo como lugar de paso hacia la Baja Andalucía. Cruce de caminos que hacia el sur nos dirige a la Costa del Sol por el kilometraje más corto entre Madrid y Málaga. Una carretera sinuosa y partida en mil pedazos que bajo el nombre de A-305 une Andújar con Baena, y dirige por la archiprometida Autovía de Olivar hasta Lucena, el gran polo industrial del centro de Andalucía. A-305 que sin gran ruido ni polémica permanece cortada desde hace semanas por los daños que ha sufrido el patrimonial puente del río Salado a su paso por Porcuna.
Tranquilos, la Junta de Andalucía está en ello, trabaja por solucionar el problema y para la canícula, nos dicen, volverán a pasar coches sobre sus arcos centenarios. Pero de la variante de Valenzuela, del arreglo de la A-305 hasta Porcuna o de la necesidad de dotar de una continuidad a este eje de comunicación de primera importancia nada se sabe. No está en agenda ni como promesa a incumplir. Los malos accesos de Andújar, sus pobres comunicaciones con Jaén y Lucena; y el penoso futuro inversor previsto para estas carreteras son el peor de los plazos de un proyecto de reindustrialización que más allá de reuniones requiere de complementarias inversiones que habría que poner sobre esa mesa.
- LUIS MORALES