‘Por un circo sin animales’
En estos días hemos visto incrédulamente a 5 elefantes asiáticos tirados en una carretera de Albacete
Firma Pilar García, "Por un circo sin animales"
03:00
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Algeciras
Desde gran parte de la sociedad y grupos animalistas se está pidiendo que se legisle para que no se utilicen animales en circos para “divertir” a costa de su sufrimiento.
Hermosos ejemplares que han perdido toda su majestuosidad, porque viven encadenados, en jaulas y en cajones que los llevan de un sitio a otro como si no fueran animales salvajes, como si fueran juguetes rotos a los que mirar sin ver sus ojos tristes y llorosos.
Los elefantes sienten como cualquier ser vivo, lloran a sus congéneres muertos y viven en manadas ayudándose y colaborando entre sí para cuidar a sus crías y protegerse de los depredadores, excepto del gran depredador humano en el que se ha convertido nuestra especie, menospreciando a estas maravillosas criaturas de gran inteligencia.
No hay palabras que definan la tristeza de ver morir de forma absurda a un elefante en un accidente de tráfico, ni hay palabras para ver a esas hembras heridas padeciendo en un descampado al frio, al sol, mientras se recuperan de sus heridas olvidadas del mundo.
Animales que fueron capturados y que no han visto un árbol al que acercarse para recibir su sombra, ni han pisado un césped verde para sentir en sus patas la libertad que se les ha negado con cadenas que les impiden moverse, con jaulas que no les dejan ser lo que son.
Animales maltratados para obedecer a su domador-torturador infringiéndoles palos y castigos si no lo hacen.
¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que la sociedad comprenda que estos elefantes no tenían nunca que haber estado en ese camión, ni en la prisión perpetua en la que han convertido sus vidas para negociar cruelmente sin escrúpulos? Ni meterlos entre rejas, sin mirar tras esos ojos nobles y enormes, que no entienden que han hecho para merecer esa vida de castigo sin luces.
Elefantes que se arrodillan ante su torturador, tigres que pasan por aros de fuego, leones que obedecen al látigo que les castiga, monos que saltan y juegan, perritos que se ponen de pie para hacer reír a gente inhumana…, nacen para recibir golpes, la mayoría de las veces sin la alimentación adecuada, enfermos, sin cuidados veterinarios, sin una mano que les dé un poco de calor.
Muchas Comunidades ya han prohibido el circo con animales, porque es posible ver acróbatas, malabaristas, bailarinas y payasos sin que se tenga que torturar a ningún animal, Circos bellos divertidos y hermosos, con profesionales que se ganan la vida con el espectáculo circense sin esclavizar ni someter a otros seres vivos.
Algún día nos llevaremos las manos a la cabeza por haber permitido durante siglos estas atrocidades, como cuando existía la esclavitud humana. Estos bellísimos animales sienten y padecen, los matan día a día lentamente, quitándoles su esencia y su dignidad, permitiendo su sufrimiento.
Respetemos sus vida, abramos ojos para ver la hermosura de estos ejemplares que no han hecho nada más que nacer y que han sido sacados de su hábitat para vivir una vida de castigos, encadenados y maltratados para mostrarlos como si fueran jarrones, acabemos con esta maldad, no tenemos derecho a robar su vida y su libertad, no podemos seguir haciéndolo.
