No me chilles que no te veo
Además del nombre de una famosa película, es una máxima en comunicación que debemos tener en cuenta
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Cuando gritamos, perdemos la razón y nuestro mensaje, lejos de engrandecerse, pierde toda la fuerza / Pixabay
![Cuando gritamos, perdemos la razón y nuestro mensaje, lejos de engrandecerse, pierde toda la fuerza](https://cadenaser.com/resizer/v2/T6MPWBRX55L2FJK2KP2KY3WEL4.jpg?auth=1843f37e030b6e0633904070f0b82ddf95d395b20c671b627f49e841bcd5509d)
Alcobendas
Cuando gritamos, perdemos la razón y nuestro mensaje, lejos de engrandecerse, pierde toda la fuerza. Hay quienes piensan que gritando se les respetará más, se impondrán más… y es justo lo contrario. Utilizar un volumen muy elevado hace que nuestro mensaje pierda todo el sentido y nuestro interlocutor solo reciba sonidos desagradables. De ahí que deje de “ver” a quien ha optado por los gritos.
Gritar por tanto es una importante barrera a la comunicación. Para hacernos entender hemos de utilizar un volumen medio. De esta forma, la persona con la que hablemos nos escuchará y mejorará el clima entre ambas partes.
En situaciones de enfado es muy común disparar los decibelios de nuestra voz. Es precisamente en esos momentos en los que hemos de hacer un ejercicio de regulación para evitar un secuestro emocional que nos haga comportarnos como auténticos locos.
Hablamos de ello con la experta en Comunicación Personal, Marina Estacio.
Comunicación Personal: No me chilles que no te veo
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