El Gobierno de Rajoy recurre la subida salarial a los funcionarios vascos que aún no disfrutan
“Es un gesto inamistoso que en absoluto favorece un clima de acuerdo” advierte Erkoreka
Sede del Gobierno vasco en Lakua (Vitoria) / IREKIA
Vitoria
El Gobierno de Mariano Rajoy ha dado el primer paso para llevar al Tribunal Constitucional los presupuestos de Iñigo Urkullu de este año. Ambos Ejecutivos tienen ahora seis meses para evitar un nuevo recurso con el que amenaza Madrid que acusa a Euskadi de “extralimitarse” en sus competencias.
El Gobierno central cuestiona la capacidad vasca de subir un 1,5% los salarios de sus funcionarios que aún no se ha aplicado pero que contempla el presupuesto aprobado en diciembre por el Parlamento vasco.
El aviso de recurso también desautoriza las aportaciones a Itzarri que Lakua recuperó en enero para sus 70.000 empleados.
Según el Gobierno de Rajoy, tanto una como otra medida no tienen cobertura legal. “El Gobierno pretende impugnar estas medidas con el pretexto de que son una extralimitación competencial dado que al no haberse aprobado por el Estado el marco presupuestario básico para 2018 las retribuciones del sector público mantienen las cuantías vigentes a 31 de diciembre de 2017 y por tanto no es posible ningún incremento de la masa salarial” ha explicado el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka.
El Ejecutivo vasco considera “incomprensible” el recurso porque cuestiona la misma subida salarial que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha pactado con los sindicatos, al tiempo que recuerda que las medidas recurridas han recibido el visto bueno del PP vasco a través de su apoyo a los presupuestos de Euskadi.
“Dice que el Gobierno vasco no puede hacer algo que el propio gobierno español ha comprometido ya con su personal” ha denunciado Erkoreka tras expresar su “protesta más enérgica” y exigir la retirada de un recurso que “causa alarma”.
El portavoz del Ejecutivo confía en que no haya relación entre el recurso y la negativa momentánea del PNV a los presupuestos de Rajoy.
“Gestos como esta amenaza en absoluto contribuyen a mejorar el ambiente, a favorecer un clima de entendimiento y de consecución de acuerdo. Todo lo contrario es un gesto inamistoso” ha subrayado.
