Un turismo de patrimonio religioso

Andújar

¿Y por qué no un turismo de temática religiosa? Nos encontramos en plenas fiestas religiosas, fiestas de semana santa que precederán decenas de romerías cuyo éxito cultural y turístico es evidente; con hoteles y casas rurales rozando el lleno entre los principales destinos de la provincia. Pero también debemos reconocer en este campo un éxito excesivamente individual, basado en la promoción local o puntual de una fiesta en particular.

A lo largo y ancho de la provincia nos podemos encontrar con ayuntamientos que apoyan de un modo y otro a sus tradiciones religiosas con diversos medios; pero si buscamos una lectura en conjunto a nivel provincial nos va a ser complicado dar con un producto que reúna tanta oferta. Podemos encontrarnos incluso que este apoyo se vende a través de un dispositivo de seguridad, véase el plan romero; pero no deja de ser el cumplimiento mínimo de una política de seguridad y salud, lógica, cuando se producen altas concentraciones de personas.

Entonces de qué hablamos. Hablamos de favorecer en Jaén un producto como las Edades de Hombre, que en Castilla y León consigue atraer a miles de personas por diversos puntos de su geografía acercándolos al patrimonio religioso y que además cada año se presenta como un evento diferente. Hablo de sacudirse los complejos y saber vender las tradiciones religiosas y su patrimonio como lo que son en su conjunto destacando la personalidad o la temática que se quiera acentuar. Me refiero a no perder la vista inteligente de dónde hay un potencial cultural impresionante que no se explota de la misma manera que sí se hace con otros productos como los castillos y batallas; o innumerables rutas, a veces basadas en un relato fantasioso y nulo en lo cultural.

No tengamos miedo a vender las tradiciones religiosas tal y como son, con su patrimonio y su dimensión cultural, sí, en una España aconfesional, porque allí donde no tienen prejuicios han convertido este turismo en un potencial enorme que, además, en Jaén es más rico de lo que nos podríamos imaginar.