Con la Iglesia hemos topado

Valencia

Declarar el 18 de marzo festivo local sí, permitiría a muchos falleros no tener que pedir días en sus trabajos, y a muchos valencianos disfrutar también de la fiesta, o por contra, huir de ella. Y con los centros de trabajo, las empresas y los comercios cerrados, habría menos desplazamientos, algo que resulta difícil en los días grandes de las fallas por la presencia de carpas y monumentos.

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A priori son todo ventajas pero conviene no olvidar que no todos los que viven en Valencia trabajan en Valencia, que son muchos los que tendrán que ir a currar ese día a no ser que se declare festivo autonómico también ese día, algo poco probable. Y por último, para disponer de un festivo se ha de renunciar a la festividad de San Vicente Ferrer o San Vicente Mártir y en esto algo tendrá que decir el arzobispado. El debate está servido. Veremos qué recorrido tiene.