¿Por qué no un Consejo de Ilustres en la Región de Murcia?
Escucha el 'micromentario' en Hoy por hoy de Pepe Belmonte
Murcia
De Ríos a Luján, pasando por Orihuela
Micromentario/Pepe Belmonte (19-03-18)
02:27
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De entre todo lo mucho, y en más de un caso no tan bueno, que ha sucedido en nuestra Comunidad en los últimos días, quiero quedarme con dos acontecimientos que podríamos calificar de edificantes, incluso de optimistas.
En primer lugar, por orden cronológico, la presentación, el pasado lunes, en un abarrotado Salón de Actos del Casino de Murcia, del libro titulado "VIVO Y OPINO", del que fuera diputado nacional por Izquierda Unida Pedro Antonio Ríos. Estuvo muy bien escoltado por el director del diario La Verdad, Alberto Aguirre, y por el director de la editorial La Fea Burguesía, Fernando Fernández. Se trata de un buen ramillete de artículos que Ríos había publicado en el diario La Verdad en estos últimos años. Artículos certeros, claros y directos, sobre la sociedad actual, sobre el poder, sobre el gobierno, etc.
Pero lo más importante vino después, en el coloquio, cuando Pedro Antonio Ríos, con esa sinceridad y esa soltura que le caracterizan, dijo no entender las razones por las que la nueva política, que no goza ni de fama ni de limpieza, no utiliza el consejo y la experiencia de los políticos jubilados: y se refirió a tres de los allí presentes en el acto: el ex alcalde Pepe Méndez, el ex senador Adolfo Fernández y él mismo, que tuvo sus momentos de gloria en el Congreso de los Diputados.
¿Por qué no –nos preguntamos muchos de los allí presentes en el Casino– un consejo de ilustres, de gente que ejerció su papel en la política y que salió limpia e indemne de ella? Nadie duda de la mediocridad de los políticos murcianos actuales; nadie duda de su incapacidad innata para resolver los problemas más acuciantes de nuestra región, y, sin embargo, siguen obcecados en su ignorancia. Así nos va a todos.
El otro acontecimiento tuvo lugar el pasado jueves. Desde entonces la Universidad de Murcia, la centenaria institución, ya tiene nuevo rector, aunque aún sea electo hasta el momento de tomar posesión del cargo. Se llama José Luján –a él le gusta que le llamen Pepe–, y acaba de entrar por la puerta grande puesto que le dieron su voto de confianza tanto el profesorado, como el personal de administración y servicios y hasta los propios alumnos. Una unanimidad que no es frecuente. Orihuela ya es historia, y ahora toca gobernar para un grupo humano muy exigente que estará muy atento para que se cumplan las promesas electorales. Mucha suerte, querido rector (que la va a necesitar), y mi más sincera enhorabuena a usted y a todo su equipo.