Ríos sanos

Andújar

Un reciente estudio de la Universidad de Jaén se hace eco del gran riesgo de inundabilidad de las cuencas de los ríos salados que pasan por Arjona y Porcuna, y que en la práctica su influencia alcanza a buena parte de la zona occidental de la campiña giennense.

Esta llamada de atención debería hacernos reflexionar, de paso, por la grave situación natural de estos ríos y sus arroyos. La mayor parte de este territorio sufre ya graves problemas de erosión a causa de los malos hábitos generalizados en torno al cultivo del olivar. Y no hablemos ya de los cauces, desprotegidos y arrasados, con una falta evidente de vegetación que a menudo solo se compone de cañaverales y tarajes. Con el paso de los años la cuestión se agrava y vemos cómo los puentes de la comarca se quedan pequeños ante las fuertes avenidas, cada vez más rápidas y destructivas. Todo ello agravando el peligro que ahora se documenta en ese estudio.

Porque si bien es cierto que la masa forestal aumenta por todo el país desde hace décadas no es menos verdad que lo hace de forma concentrada en torno a zonas de sierras y espacios naturales, mientras que el territorio más ventajoso para la agricultura ve disminuir esa vegetación dejando espacio a técnicas de cultivo intensivo.

Urge un plan de reforestación de riveras y le implantación de buenos hábitos agropecuarios, especialmente en las fincas linderas con los ríos. Así como incidir desde la educación primaria en las tareas de repoblación vegetal, pero no solo en los parques naturales sino en arroyos y riveras de nuestros propios municipios.

El futuro nos lo recompensará con creces, porque ríos sanos significan también menos peligros naturales.

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