La transparencia ya no es opcional

Valladolid

Lo que hasta hace poco era una tarea inabordable, no sólo ha terminado siendo posible, sino que además la Junta, a través de su vicepresidente, premia nuestra insistencia con un dato que ni siquiera habíamos solicitado. Este paso en beneficio de la transparencia, a la que tantas veces se alude, no es más que una obligación hasta ahora desatendida que en otras comunidades llevan practicando desde hace años.

De ninguna manera la información sobre cuánto gasta la Junta en medios de comunicación debe ser un secreto guardado bajo siete llaves. A estas alturas, carece de sentido dificultar el acceso a ningún dato, salvo aquellos que están blindados por la ley. No es este el caso, lo cual hace que la opacidad, la resistencia a facilitar información, se tiña de suspicacia. Si se presume de transparencia y luego se esconde aquello que no se quiere divulgar, la conclusión resultante de la ecuación es evidente.

Por fortuna y por más que les pese a quienes se sienten cómodos en entornos opacos, la transparencia efectiva, especialmente cuando se trata de dinero público, no es opcional, lo determina la ley y la ética.