¡Huelga!
La Firma de Doroteo González
"¡Huega!", la Firma de Doroteo González
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Palencia
¿Qué puede pasar cuando parece que todo el mundo esté de acuerdo en que algo es reprobable y, sin embargo, no llega solución alguna para que eso no suceda? ¿Por qué si la patronal CECALE, los sindicatos UGT y CCOO y el Gobierno de la Junta se unen contra la discriminación en los centros de trabajo y por la igualdad real entre hombres y mujeres, las instituciones y los parlamentos no se ponen en serio a trabajar en ello?
Aquí siguen ocurriendo hechos muy graves que bien pudieran clasificarse de lesa humanidad, porque se está contraviniendo la justicia de tal manera que no solo se vulneran los derechos de las víctimas sino que además está degradando a toda la condición humana. Y si graves son esos desmanes peores son las evidencias de que ante la violación de los derechos laborales de las mujeres la inacción de la Inspección de Trabajo es innegable. En España hay más de 3,3 millones de empresas y tan solo se han impuesto 81 multas en 2016 por discriminación laboral, y otro par de cantidades insignificantes más jalonan las sanciones producidas por la desprotección a la maternidad y la lactancia o la obligación de implementar planes de igualdad en empresas que están obligadas a ello… O sea, en este caso, no cumplir la ley sale muy, pero que muy, barato.
Este jueves 8 de marzo, no es un jueves cualquiera ni un 8 de marzo más. En la celebración del Día Internacional de la Mujer de este año 177 países han convocado una movilización histórica que cuestione cómo pasar de los dichos a los hechos a través de un grito coral, valiente y tolerante, que no reivindica que las mujeres sean mejores que los hombres, sino simplemente iguales. Se trata de exigir el mismo respeto profesional, familiar y social para más del 51% de la población, algo tan serio y fundamental como el nacer y el existir de cualquier ser humano al que el reparto biológico le ha otorgado ser mujer.
Una movilización sin precedentes en estos casi 180 países en los que, en la mayoría de los casos, se ha recabado un apoyo unánime. Digo en la mayoría de los casos porque, aquí en España, el Gobierno del PP declara “respetar” la iniciativa pero no acaba por comprometerse porque en su genética política están, como ninguna otra cosa, los mecanismos de autodefensa y no acaba de entender que la huelga convocada para esta jornada no es contra el PP sino contra la brecha salarial, el acoso y las violaciones a la dignidad y al cuerpo de las mujeres…
Por todo ello, porque todos los meses deberían ser marzo y porque todos los días sean 8 de marzo, ahí debemos estar, ahí estaremos. Mujeres y hombres, codo con codo,… ¡Por la igualdad real ya!
