La huelga en la justicia

A Coruña

Estamos viviendo un auténtico tsunami silencioso en un servicio fundamental para el funcionamiento de la democracia, la administración de justicia. Casi un mes cumplen las movilizaciones de los funcionarios que siguen teniendo un respaldo mayoritario, el 80 por ciento del servicio, trabajadores que no cobrarán porque siguen en huelga. Una huelga que, al margen de las causas concretas, habla del hartazgo y de la reclamación de que las noticias sobre la salida de la crisis reviertan en el ciudadano. Piden aumento de sueldo, algo legítimo, y denuncian los recortes de plazas y la congelación de concursos de traslados lo que hace que la justicia sea especialmente lenta por falta de medios y de personal. Estuvimos meses los medios de comunicación contando que los funcionarios de justicia realizaban movilizaciones puntuales, concentraciones, paros primero de horas, luego de días, reclamando diálogo franco y soluciones a sus demandas. Avisaron de largo, pero parece que nadie pudo o quiso atender sus reclamaciones desde el respeto del otro antes de que comenzaran la huelga anunciada. La situación de colapso actual solamente se soluciona con mesas abiertas, y respeto por las personas y sus derechos.

Los funcionarios.