La fiesta del agua y los Amortajados de Igüeña, de Interés Turístico Provincial
Son dos de las 8 manifestaciones reconocidas en esta edición por la Diputación provincial
Ponferrada
El alcalde de Molinaseca , Alfonso Arias, está más que satisfecho de este reconocimiento a una “fiesta del agua” que tienen su origen en 1954, cuando los invitados de una boda abrieron las compuertas del río para refrescarse y acabaron en una divertida "batalla campal", aunque el agua también se utilizaba anteriormente para limpiar los enseres que los vecinos sacaban a la calle con el fin de lavarlos con agua del río, explica el alcalde.
La fiesta del 17 de agosto ha pasado a ser una cita ineludible para los más jóvenes que o bien pasan noche o madrugan para participar en la fiesta que supone la suelta de agua por la calle Real.
La fiesta ha conseguido calar entre la población del Bierzo, que consigue multiplicar el número de unos 900 habitantes para participar en la suelta que se hace muy temprano, a las 08:00 de la mañana, una buena manera de despejarse para comenzar una nueva jornada de fiestas. Desde el año pasado también se realiza una réplica de la suelta a las 17.00 horas para los más pequeños.
El alcalde confía en que este año el tiempo permita disfrutar de la fiesta al cien por ciento, algo que no ocurrió el pasado año debido a la sequía y al bajo caudal que presenta el río Meruelo a su paso por la localidad,
Procesión de los Amortajados
Etnoleon
Etnoleon
También ha recibido el mismo reconocimiento la procesión de los Amortajados que el día 3 de mayo (Fiesta de la Cruz) se celebra en el pueblo de Quintana de Fuseros perteneciente al municipio de Igüeña.
Los participantes, 'los ofrecidos' , son mujeres y hombres que cumplen su promesa de asistir, vestidos con lo que hubiera sido su mortaja, a los actos en honor del Cristo de la Cabaña, para mostrar, tanto a la Virgen del Rosario como al Cristo su agradecimiento por haberles librado de una enfermedad o por haberles evitado un riesgo o peligro.
Actualmente, la “Procesión de los Amortajados” o “de las mortajas” se mantiene viva en un esfuerzo conjunto de los devotos y de la propia Junta Vecinal si bien sus raíces históricas por escrito se encuentra en el Catastro de la Ensenada del s. XVIII auspiciado por la extinta Cofradía de Ánimas,
