Cáritas y Cruz Roja cubre la alimentación y necesidades básicas de 59 pensionistas sorianos que no llegan a fin de mes

Soria

En torno a 300 personas han respondido esta mañana a la llamada de Comisiones Obreras y UGT de Soria en la primera de las dos convocatorias de manifestación frente a la sede de la Tesorería General de la Seguridad Social. Pese al mal tiempo y a la lluvia intermitente, no solo jubilados y pensionistas han acudido al número 19 de la calle San Benito de la capital a reclamar pensiones dignas, se ha podido ver a manifestantes de todas las edades y también al partido socialista en el ayuntamiento de Soria, “puesto que las bajas pensiones no son solo un problema de hoy sino que lo será el día de mañana si no se aplica un diseño nuevo en su sistema”, insiste Rafael Sancho como jubilado y responsable de área de CCOO.

‘Trabajo digno, pensiones dignas, no al 0,25 por ciento’ es el lema que rige la manifestación, que se va a repetir en Soria en segunda convocatoria el 15 de marzo. Son varias las propuestas que hace Comisiones Obreras para garantizas la calidad y sostenibilidad actual y en el futuro del sistema público de pensiones y así las han dado a conocer entre quienes se están movilizando aquí esta mañana. Propuestas que el Secretario General de Comisiones Obreras ha presentado en la comisión parlamentaria de seguimiento y evaluación de los Pactos de Toledo, lo que entienden como medidas perfectamente asumibles como para que puedan modularse en intensidad en un debate negociador y llegar a un acuerdo.

Desgranando algunas de las medidas para la mejora estructural de ingresos el sistema público de pensiones, se encuentra el incremento coyuntural de dos puntos de cotización, incremento en bases máximas de cotización, equiparación de bases medias de cotización Régimen Autónomos y Régimen General, conversión de tarifas planas y reducciones de cuotas en bonificaciones financiadas por el ministerio de Empleo sin considerar reducciones de cotizaciones empresariales en el sector agrario, lucha contra la economía sumergida y políticas de empleo que favorezcan la creación de tres millones de puestos de trabajo. Estas y otras tantas medidas tendrán un impacto cuantificado de 7.952 millones de euros. Un sistema de pensiones que es necesario por cuestiones de justicia social y equilibrio macroeconómico. “Retos todos ellos que exigen actuar a corto, medio y largo plazo para recuperar el poder adquisitivo de las pensiones”.

La pérdida de poder adquisitivo deja una realidad impactante de cronificación de la pobreza también en Soria donde 22.000 personas son jubilados y pensionistas. Algunos de ellos tienen que acudir a Cáritas o Cruz Roja en busca de ayuda para poder alimentarse, pagar su vivienda o los gastos derivados de ella.

Son 21 las personas mayores de 65 años que reciben ayuda de Cruz Roja, de ellos 9 son hombres y 12 mujeres por lo que la situación de vulnerabilidad es mayor entre las féminas. “Todos los receptores de ayuda son de nacionalidad española y, entre las necesidades básicas, piden alimentos, pero también quieren pagar el alquiler, la luz y otros gastos básicos”, según ha explicado a la Ser la trabajadora de Cruz Roja Gema Martínez. Dice Martínez que, “aunque los que piden ayuda son 21, hay muchos más que no lo hacen bien por pudor o porque encuentran la ayuda entre los hijos y otros familiares”.

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Cáritas también se ocupa de las personas jubiladas cuya pensión es tan reducida que no les permite llegar a fin de mes. Durante 2017 atendió a 38 personas o familias, mayores de 65 años. Lo que supone un 4,98% del total. La gran mayoría son extranjeros. Reciben ayuda los perceptores de una jubilación de 368 euros al mes y los de pensión mínima contributiva con falta de vivienda en propiedad y por lo tanto con la necesidad de afrontar un alquiler.

Mónica Sánchez, trabajadora social de Cáritas Diocesana de Osma-Soria, explica que “al vivir en una sociedad en la que cada vez tendremos más personas mayores dependientes, los que cuentan con recursos económicos podrán acceder a las prestaciones y los que no, tendrán que contar con la asistencia de los servicios públicos”. Vivimos en una sociedad desarrollado donde hay muchas personas en situación de pobreza extrema y la inclusión es muy complicada por la falta de oportunidades. Esta situación no perjudica solo a aquellos se están en especial vulnerabilidad, aunque sí en mayor medida, en realidad afecta a todos.