Las lecciones imprescindibles de Lagun
La Diputación de Gipuzkoa rinde homenaje a la histórica librería donostiarra en su 50 cumpleaños
San Sebastián
Que una librería cumpla 50 años es motivo más que justificado de celebración. Que lo haga una que además sufrió durante años el acoso primero de la extrema derecha, y luego de ETA y su entorno, multiplica las razones.
Por estos dos motivos la Diputación de Gipuzkoa ha impulsado un acto de homenaje a los 50 años de Lagun, la histórica librería donostiarra símbolo de libertad.
El diputado de Cultura, Denis Itxaso, acompañado de Ignacio Latierro, librero impulsor del proyecto junto a la fallecida María Teresa Castells, ha presentado esta mañana en San Sebastián los detalles del homenaje junto a Fernando Bernués, el director del homenaje, y Elena Recale, hija de Castells.
El acto se celebrará el 22 de marzo en el Teatro Victoria Eugenia, lleva por título Aquel libro que compré en Lagun, y reunirá sobre el escenario a 50 amigos de la librería, que rememorarán la historia y anécdotas ligadas a la adquisición de un libro.
Entre las personas que ya han confirmado su asistencia figuran Fernando Savater, Juan Pablo Fusi, Karmelo Iribarren, Raúl Guerra Garrido y Felipe Juaristi. Y como ha destacado Itxaso el homenaje viene a saldar una deuda, primero por el compromiso de Lagun con la cultura y el pensamiento, como un espacio, como cualquier otra librería, para la libertad.
Pero también por esos momentos oscuros en los que primero la extrema derecha y luego ETA y su entorno sumieron a la librería.
Lagun, nació en 1968 en la Plaza Vieja donostiarra, y si en los últimos años del franquismo fue un espacio en el que comenzó a filtrase la luz de la libertad antes de la muerte del dictador, convirtiéndose en diana de la extrema derecha, ya en democracia los ataques cambiaron de signo, en concreto, al acoso de ETA y su entorno.
Y entre esos 50 amigos de Lagun que participarán en el acto destacan, como ha explicado Latierro, aquellos que con su empuje evitaron lo que a veces parecía irremediable, que la librería cerrase sus puertas.
Como ejemplo, aquellas personas que un día después de la Nochebuena de 1996, momento en el que el entorno de ETA orquestó una ataque contra la librería rompiendo el escaparate y realizando pintadas, se presentaron Lagun para comprar algún volumen. No dudaron, incluso, como ha recordado Latierro, en llevarse libros pintados o rotos.
Un ataque, por cierto, al que siguieron hasta medidos de enero de 1997 otros muchos, quema de libros incluida.