Cuando el ritmo supera a la actitud
Un líder incansable se impone a la mejor versión del Villa de Aranda (30-32) Los ribereños ponen entre las cuerdas a Alcobendas durante gran parte del encuentro. La derrota mete al equipo en descenso por primera vez esta temporada.
Aranda de Duero
Derrota. Dura e injusta por lo expuesto, pero cruda y real según el marcador. El extenuante ritmo de juego de los madrileños, su frescura final y el dominio de la situación fueron argumentos insalvables para el Villa de Aranda. No fue suficiente desarmar a los de Mozas durante veinticinco minutos en la primera mitad y otros veinte en la segunda. No lo fue. No lo fue porque este Alcobendas tiene lo que el Villa de Aranda en sus mejores tiempo. No deja de creer, no deja de correr, no deja opción a la duda y lucha hasta el final. Lo cual no quiere decir que el Villa de Aranda no lo tenga, todo lo contrario lo expuso, pero lo mostró un equipo en crecimiento que está comenzando a ser el mismo.
Sea como fuere el partido hizo vibrar como en las grandes tardes a la afición del balonmano. Y no solo a la ribereña, sino a la de Alcobendas que se desplazó hasta territorio ribereño para disfrutar de un enorme partido. Lástima de la repercusión de este deporte.
El Villa de Aranda comenzó como quería, dominando. Alcobendas aguantó el pulso 13 minutos, ahí se rompió el choque. De nuevo el acierto de la defensa, fantástica, la aportación habitual de un Amérigo mágico y la velocidad de los de Colmenero llevaron el choque a un esperanzador 11-7 que continuaría con un 13-8. Ventajas y alegrías ribereñas que hacían frotarse los ojos a más de uno. Pero el líder demostró porque está allí arriba y el Villa de Aranda muy abajo. Los despistes y los errores imperdonables pero propios de este deporte hicieron que el choque se fuera al descanso con una renta casi mínima (17-15)
A SEGUIR SUFRIENDO
La segunda parte comenzó con dos equipos timoratos a los que les costó entrar en juego. Los dos primeros goles por cada bando no llegaron hasta los dos y tres minutos de juego. 18-16. Y partir de ahí reacción madrileña para ponerse a tan solo un gol con un parcial de 3-5 en los primeros diez minutos. 20-19. Consumidos prácticamente 40 minutos y con 20 por delante comenzaba un nuevo partido.
Los ribereños sabían lo que había en juego, una victoria de prestigio, un triunfo anímico, dos puntos que seguirían haciendo creer al equipo en su crecimiento. Y así la renta se marchó de nuevo a los tres goles 23-20. Pero como era de esperar Alcobendas no se iba a despegar y en los siguientes diez minutos las diferencias fueron exiguas tan solo de dos goles lo que mantenía en el partido al martillo madrileño. Un ritmo de juego que comenzaba a mostrar la extenuación de algunos jugadores. Y así, llegó el 27-27. Susto. La baja de Iker Antonio y el poco ritmo de Petter, aún recuperando en tono de juego, fueron clave en un final tan exigente. Pero aún había vida. Una vida que había que lucharla. Llegó el 28-28. Las fuerzas flaqueaban. Y el partido se fue al 29-29. Esperanza. Tres minutos para el final. Gol de Alcobendas. 29-30. Por primera vez en todo el partido los madrileños mandaban en el marcador. Duro varapalo. Cansancio. Villoria abrió los ojos a los ribereños con el 29-31 ya en el minuto final. Solo quedaban dos goles (30-32) para cerrar un choque que permitió ver a un Villa de Aranda capaz de luchar con los mejores. Un argumento insuficiente para un equipo que, ahora sí, va a luchar por no perder la categoría.
Con esta derrota, segunda consecutiva tras la de Palma del Río, los amarillos caen por primera vez esta temporada a puestos de descenso. Mala noticia. La buena es que quedan muchos partidos para que la justicia haga su trabajo. Con esta actitud y el trabajo derrochado, ahora también en ataque, los rivales por la permanencia deberán temer al cuadro ribereño. Primero para comprobarlo, Zarautz.
COLMENERO "YA DIJE QUE ALCOBENDAS IBA A SUFRIR"
Avisó y no mintió, que se lo pregunten a Álex Mozas. Carlos Colmenero ya dijo que "Alcobendas va a sufrir" y sufrió. "El esfuerzo, la actitud ha sido enorme y la recompensa ha sido cero", resumió el entrenador de los amarillos, que además mandó un mensaje de tranquilidad. "Esta derrota no va a tocar moralmente al equipo", añadió. "Sinceramente no se puede recriminar nada a este equipo" afirmó un Colmenero que tiene una fe absoluta en sus jugadores y el trabajo que se está realizando.
Por su parte, Álex Mozas puso en valor el gran trabajo del Villa de Aranda. "Aranda ha hecho un partidazo. El triunfo no es tanto demérito nuestro como mérito de Aranda. Con este juego no van a tener ningún problema", afirmaba el técnico de los madrileños. Algo a lo que añadió que "no es normal que nos metan 30 goles. Eso significa que no ha funcionado algo bien".
VILLA DE ARANDA (30): Amérigo (1); Moscariello (4), Piovarcsik (4), Krook (4), Simic (6), Matheus (1) y Del Val (2). -siete inicial- Petter (-), Megías (2), Manu (1), Lorasque (5), Guille (-) y Pinillos (-)
ALCOBENDAS (32): Torres; Velasco (2), Catalina (10), Muñoz (4), Jiménez (6), Villoria (4) y Asier (7) -siete inicial- De la Rubia (-).
PARCIALES: 3-3, 6-5, 8-7, 13-8, 15-12, 17-15 -descanso- 19-17, 21-19, 23-21, 27-24, 28-29 y 30-32
ÁRBITROS: Carlos Javier Gude Prego y Juan José Gude Prego (País Vasco). Amarilla a Piovarcsik y Krook (Villa de Aranda) y Muño, Jiménez y Asier (Alcobendas) Excluyeron a Moscariello -2-, Piovarsik -2- y Simic -1- (Villa de Aranda) y Catalina -1-, De la Rubia -1-, Velasco -2-, Muñoz -1- y Jiménez -1- (Alcobendas)
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 19ª jornada en División de Honor Plata con la presencia de alrededor de 1.300 espectadores. En el descanso del encuentro saltaron a la pista los participantes del II Torneo Villa de Roa 'Calidad Pascual' del balonmano celebrado en Roa en la mañana del sábado.