Mazazo de los que duelen (1-2)
El Córdoba, en un ambiente de gala, cayó en el último suspiro. Romero no acertó con los cambios y el Barça B se fue arriba hasta acabar ganando, con polémica arbitral incluida
Córdoba
Mazazo en toda regla para el Córdoba en su partido frente al Barcelona B. Con un Arcángel lleno y un ambiente de Primera, los blanquiverde a dieron un paso más hacia lo que nadie quiere admitir, pero que cada vez está más cerca: Un descenso de categoría. Los de Jorge Romero merecieron más y tuvieron opciones, pero el bajón físico en el segundo tiempo, unos cambios muy poco acertados por parte de Romero y la gran calidad que atesora el Barça hicieron que en el último suspiro, los tres puntos se marcharan hacia la cuidad condal.
De entrada, el ambiente contagió al equipo, que salió valiente ante un Barça B con calidad. De hecho, las primeras llegadas, balón al larguero incluido, fueron para el equipo azulgrana. Sin embargo, los locales, con un Javi Galán inconmensurable y buen acompañado por Guardiola y Narváez, no se vinieron abajo y también demostraron que con las incorporaciones invernales se ha ganado calidad y algo de firmeza.
A partir de la media hora, el Córdoba empezó a llegar con más claridad hasta que Juanjo Narváez aprovechó un balón suelto en el área para adelantar a su equipo.
Los ataques cordobesista siempre encontraron imprecisiones en la zaga visitante pero se perdonó y tuvo que ser Kieszek quien evitara el empate de Aleñá al borde del descanso.
Tras el paso por el vestuario, el Barça dio un paso adelante y empezó a poner cerco a la portería local. El Córdoba bajó físicamente y perdió poderío y balón. Así, al borde de la media hora llegó la jugada polémica del partido. Marc cayó ante Kieszek y el árbitro dejó seguir pero su asistente vio penalti y Moreno Aragón no tuvo problema en rectificar y pitar la pena máxima que no perdonó Aleñá. Un penalti seriamente discutido por la grada que más tarde calificó de "robo" en las redes sociales la actuación del colegiado.
A dos del final el árbitro, que quiso ser protagonista del partido desde el comienzo, provocó las iras del público al parar una acción de gol de Reyes cuando el sevillano estaba ya solo ante Varo.
Sin embargo, el mazazo para los locales llegó en el último suspiro, en la última jugada. Contragolpe del filial y Nahuel remata a placer para regalar los tres puntos al cuadro culé. Esta derrota hunde casi definitivamente a un Córdoba que mereció más pero que vio como la historia de tantas tardes se repitió. Si no se sabe cerrar los partidos cuando se tienen los tres puntos en el bolsillo, pasa esto.
Hay quien dice que las horas de Romero en el banquillo podrían estar contadas. Caparrós vio el partido en la grada y como anunció en su día el Diario AS, es un entrenador muy del gusto de Luis Oliver. Veremos qué pasa en las próximas horas, pero lo cierto es que la permanencia está muy difícil... pero aún no imposible.