A juicio un funcionario de prisiones por presuntos abusos a cinco reclusas
Los hechos se remontan a los años 2013 y 2014 en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra
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cadena ser
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Sevilla
Un funcionario de prisiones será juzgado mañana en la Audiencia de Sevilla por cinco delitos contra la integridad moral contra cinco reclusas de la cárcel de Alcalá de Guadaíra, uno de abusos sexuales y uno de actividades prohibidas a funcionarios, por los que se enfrenta a siete años y medio de prisión.
El juicio contra L.F.A.G., suspendido de sus funciones provisionalmente desde noviembre de 2014, se celebrará a partir de las 10.00 horas en la sección séptima de la Audiencia de Sevilla.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Efe, la Fiscalía le acusa de cinco delitos contra la integridad moral por los que pide un año de cárcel por cada uno de ellos, un delito de actividades prohibidas para funcionario por el que pide dos años y seis meses de cárcel y un delito de abusos sexuales por el que solicita 7.200 euros de multa.
Además, reclama que indemnice a cuatro de las reclusas con mil euros a cada una y a una quinta con 2.500 euros en concepto de responsabilidad civil.
Los hechos se produjeron entre 2013 y 2014 cuando el acusado llegó a meterse en la ducha de dos de las reclusas mientras se encontraba desnudas y a una de ellas "le tocó con ánimo libidinoso los glúteos" mientras que a otra le espetó "qué culo más bonito tienes", según el escrito del fiscal.
El acusado exhibió, al menos a dos de ellas, vídeos de contenido pornográfico que tenía en su móvil, a una de ellas la llamó "tortillera, machorra y pinchito" y a otra le dijo que "estaría dispuesto a dejarse hacer una felación por ella".
En otra ocasión, el funcionario de prisiones -que empezó a trabajar en la cárcel femenina de Alcalá de Guadaíra en octubre de 2012-, "se asió sus genitales" al paso de una de las reclusas "haciendo ademán de colocarlos sobre una mesa".
A una de las cinco víctimas le quitó una carta y tras salir corriendo con ella y ésta perseguirle para recuperarla, "la cogió por la barbilla y la besó" en la capilla de la prisión.
El primero de los hechos relatados en el escrito de acusación ocurrió en las navidades de 2013 cuando metió las llaves de las celdas por la parte trasera del pantalón vaquero de una de las reclusas "con la finalidad de afectar la decencia" de ésta.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, durante el periodo en el que trabajó en la prisión de Alcalá, el acusado regalaba presentes a las reclusas, se carteaba con ellas, permitía "ser depilado o masajeado por ellas" y desobedecía órdenes e instrucciones de la dirección del centro.
Las cinco reclusas están propuestas para declarar como testigos en el juicio, en el que varias testificales serán por videoconferencia.