El auge del turismo en Galicia esconde precariedad y riesgo de masificación
Expertos recomiendan ver más allá de las cifras y apostar por un turismo diversificado y de calidad

Playa de Samil (Vigo). / Salvador Sas (EFE)

Santiago de Compostela
En Galicia se dejan ver ya los mismos síntomas que sufren otros destinos de turismo masivo. Se está extendiendo el perfil de sol y playa y el visitante de un día. El director del Centro de Estudos e Investigacións Turísticas (CETUR), Miguel Pazos, advierte de los riesgos que esconde el éxito. Detrás de las grandes cifras y los récords se encuentra un sector en parte precarizado y con margen de mejora.
La concentración de turistas en determinadas épocas empieza a ser preocupante en puntos como Santiago de Compostela, el Camino Francés, la playa de las Catedrales o los destinos del sur de la comunidad. Por ello, Pazos recomienda "escapar de los análisis excesivamente triunfalistas" y "ver qué hay detrás". El también profesor de Geografía e Historia de la USC advierte que en el turismo "subyace un sector que podría estar más desarrollado y donde los salarios podrían ser mayores". A pesar de que considera positivo el aumento de visitantes y de la ocupación, apunta que "la clave no es obsesionarse con contar turistas; debemos fijarnos más en la calidad y no en la cantidad".
El turismo es parte indiscutible del motor económico de España y, cada vez más, de Galicia. Miguel Pazos recomienda incrementar esfuerzos en formación para alcanzar la calidad que esta comunidad puede ofrecer.
A favor de la tasa turística
El director de CETUR es partidario de establecer una tasa turística, como lo hacen ya países del entorno -Portugal, Países Bajos, Italia o Francia-. Defiende la utilidad de esta herramienta a la hora de redistribuir los beneficios que genera el sector. "No es solo un impuesto y mediante un estudio se puede establecer a quién, cómo y en qué momentos cobrar", argumenta. Una postura que comparte el gobierno de Santiago, no así la Xunta.