La lógica pudo a la valentía

San Sebastián

La lógica pudo con la valentía. La valentía de un del Delteco GBC, que quiso ser fiel a su estilo y jugar cara a car contra el Barcelona, y acabó pagándolo caro con una derrota muy clara, 77-101. 24 puntos de diferencia son muchos, pero es la cruel lógica que marca la diferencia que exite hoy en día entre ambas plantillas. Illunbe, que presentó el mejor aspecto de la temporada, con mucho niño en la grada gracias a la iniciativa del club de poner entradas a dos euros para menores de 18 años, vio al menos como su GBC dio la cara en todo momento, fue valiente, le jugó sin llamarle de usted a todo un Barcelona, y en algunos momentos, llegó a dar espectáculo, algo fundamental para seguir reenganchando a la gente de Gipuzkoa al baloncesto.

La pena es que todo eso, esa valentía que quiere Fisac de sus jugadores y que éstos acogen como un mantra, no fue suficiente ante la mayor calidad y rotación de un equipo azulgrana muy mejorado al que hace menos de un mes parecía arratrarse por las canchas de juego. Ya no es ese Barça. Éste juega, defiende, aprieta y presiona, lucha cada balón como si fuera el úñtimo. Y encima tiene acierto. Y el tiro exterior, con porcentajes del 44%, fueron mermando la fe de un GBC que se fue viniendo abajo según pasaban los minutos, como asumiendo poco a poco la cruda realidad.

Porque hasta el descanso, el Delteco GBc estuvo en partido, activo, presto para dar algún zarpazo a nada que el Barça se descuidara, a soñar con la sorpresa. Así llegó al ecuador del segundo cuarto sólo con ocho puntos de desventaja. Pero entonces llegaron los fallos de lanzamiento, con 29 aciertos de 62 lanzamientos, mientras el Barça se iba por encima del 50% de acierto. Y eso marca una diferencia. Eso, y que jugadores como Adam Hanga (13 puntoa), Vezenkov (14 puntos) y sobre todo Koponen (21 puntos) tengan una tarde inspirada. Mientras, en el GBC todo circulaba en torno a las ráfagas de lucidez de Kenny Chery, que terminó con 14 puntos, gracias a tres triples de seis que intentó.

Con Norel bien cubierto (a pesar de ello terminó con 10 puntos), Swing y Clark asumieron galones en ataque, y alternaron aciertos con desaciertos. El paso de los minutos pesaba como una losa. Y ya con el partido decidido, Fisac dio el premio de debutar en ACB a Mikel Sanz, un joven chaval del Easo que recordará para siempre ese momento. Es el undécimo jugador gipuzkoano en jugar en la máxima categoría del baloncesto nacional defendiendo los colores del GBC. Al menos, un motivo para sonreir.