‘¿Y si nos tocara...?’

Algeciras

Mañana todos quienes juegan a la Lotería de Navidad echaran a volar la imaginación y fabricarán mil y un sueños pensando que fueran agraciados por la suerte. Mañana será el día de la fortuna, hoy el de las suposiciones y proyectos, y si nos tocara…

De todas formas en caso de que como a millones de españoles y españolas las bolas de los bombos de los números y premios no nos favorecieran, nos quedaría presumir y gozar de una excelente Salud y de que tenemos mucho amor, gente que nos quiere y para quienes somos lo mejor de lo mejor.

Esta tradición, que cada año nos anuncian con una campaña especial , data del siglo XIX ,ya que sus orígenes hay que situarlos en 1812 , y al que el pueblo bautizó como la “lotería moderna” , el año de la aprobación de la PEPA , la primera Constitución promulgada en España.

Imagínense por unos momentos que el Gordo cayera en el Campo de Gibraltar, tras las inundaciones y que el canto de los niños de San Ildefonso trajera el alivio a muchas familias en paro de los que lo están pasando fatal y que los premios inundaran los hogares de los que más lo necesitan.

Me gustaría que esta fantasía se cumpliera al igual que hemos cubierto en Algeciras el mayor puzle del mundo, pero lo que está claro es que hemos de ser exigentes y no conformarnos en el mejor de los casos con la pedrea, con que todos nuestros trenes de oportunidades se quedan en bonitas palabras, vanas promesas y tardan, en el mejor de los casos, una eternidad en convertirse en realidades.

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De todas formas, a usted señora y a usted señor, que han comprado lotería y esperan con toda la ilusión que mañana jueves 22, la suerte les sonría, estarán haciendo todo tipo de planes, proyectos y fabulaciones. El abanico es amplio y las posibilidades innumerables, desde quienes dejarían de trabajar hasta que los que seguirían doblando el espinazo pero con otra filosofía. Los vitalistas que se dedicarían a disfrutar a todo ritmo o los que verían cumplido sus deseos de administrar su tiempo.

También estarán aquellos que en su vocación de albañiles, intentarán tapar todos los boquetes de deudas, hipotecas y otras trampas, y en su condición de generosos lo repartirían entre toda su familia y amigos, o los que en su miseria de acumular más y más lo guardarían, para llegado el momento morir inmensamente ricos.

De todas formas todavía nos quedan veinticuatro horas para mantener la esperanza, agarrarse al salvavidas de la ilusión y decidir probar fortuna comprando un decimito o una participación.

Pero si a pesar de todo, mañana solo les toca perder, siempre podrán fabricarse otra fantasía, incluso jugar al sorteo del Niño o encontrar algo que nos de vitaminas a la vuelta de la esquina y como dice Serrat en su canción “hoy puede ser un gran día", si nos lo planteamos como tal, si no seguro que todo será negro y sin solución.

Como éste será mi último comentario de 2016, desearles felices fiestas y que el próximo año les traiga lo mejor.