El nivel formativo de la población activa es 9 puntos menor que la media estatal
Sólo el 29,4% de personas en edad de trabajar en Baleares tiene estudios universitarios
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Ser Mallorca
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Palma de Mallorca
El nivel de estudios de la población activa en Baleares es casi 9 puntos inferior a la media estatal, pese a que ha aumentado respecto al año pasado. Según datos correspondientes a 2016, solo el 29,4% de la población en edad de trabajar en las Islas tiene estudios universitarios. En el conjunto del Estado, la tasa es del 38%. Según el Anuario de la Educación, aunque somos la comunidad con la menor incidencia del paro entre la población joven, la vulnerabilidad de este colectivo es alta precisamente por su escasa formación. Apuntamos otro dato para ilustrarlo: el porcentaje de graduados en Bachillerato es 14 puntos más bajo que la media española.
El informe concluye que menos de un 55% de los jóvenes de entre 20 y 24 años de edad llega a graduarse en alguno de los estudios de enseñanza postobligatoria, esto es, Bachillerato, ciclos formativos de grado superior o grados universitarios. Es un 11% menos que en el conjunto estatal. También en abandono educativo estamos a 11 puntos por debajo de esta media. La cifra se refiere en este caso al porcentaje de jóvenes que no han completado los estudios de secundaria de segunda etapa, y que no continuan con ninguna otra opción formativa.
El estudio alerta de que la estacionalidad del mercado de trabajo condiciona estas estadísticas. Las Islas tienen una de las 7 tasas de paro juvenil más bajas, pero sufren una mayor incidencia de la temporalidad en la contratación. El informe constata que a menor nivel educativo, mayor nivel de paro y menor grado de ocupación.
Desde el GIFES, el Grupo de Investigación y Formación Educativa y Social, recomiendan revisar el modelo de repetición de curso, para una detección temprana de los problemas de aprendizaje de los alumnos.
Belén Pascual, investigadora de la entidad, insiste en que las características de nuestro mercado laboral tienen mucho que ver con la baja cualificación generalizada de la población activa. Sigue habiendo, dice, poca relación entre la formación y el empleo.
Según Pascual, la clave para revertir esta tendencia no está únicamente en revisar los criterios de repetición de curso escolar. Hacen falta, dice, recursos de acompañamiento, que prevengan ese fracaso y que faciliten, en el caso de que se produzca, el retorno del alumno al sistema educativo.