Eficacia y seriedad para doblegar a un Oviedo que solo apretó al final (1-2)

Córdoba

Importantísima victoria del Córdoba en Oviedo, que confirma que a pesar de la derrota ante el Cádiz (jugando bien muchos minutos), el equipo tiene otra identidad. Este conjunto recuerda bastante poco al de la última etapa de Oltra. Más allá del resultado, el Córdoba solo se ve limitado por su falta de calidad en algunas parcelas y la falta de refuerzos, pero lo cierto es que el resto ha cambiado a mejor. Este equipo tiene identidad y muestra una cara competitiva que parecía perdida.

Con eso ganó en Oviedo: Seriedad, eficacia y actitud. Con eso le bastó para ganar en una Liga tremendamente igualada, en la que igual puedes ganar en Reus y Oviedo, que perder en casa ante un Cádiz flojito.

Luis Carrión le ha cambiado la cara a los suyos con muy poco: Galán, Borja Domínguez, Rodas y Edu Ramos. El entrenador ha sabido tocar sus teclas y parece que el instrumento comienza a funcionar. Tres triunfos en cuatro partidos indican que algo ha cambiado a mejor. Eso seguro. Aunque se perdiera ante el Cádiz.

Eso sí, este equipo necesita refuerzos como el comer. Si de verdad se quiere pelear por estar más arriba. Con lo que hay da para salvarse y poquito más. Nada de pensar en las alturas con la actual plantilla porque vamos justitos, así que en enero se verá si de verdad el club aspira a subir o es todo una de las motos que últimamente se han vendido en el concesionario del Arcángel.

Sobre el partido del Tartiere decir que el Córdoba estuvo muy serio en la primera parte. Concentrado en defensa (fantástico Bijimine) y rápido arriba. Galán hizo un gran gol, confirmando que viene para quedarse. El Oviedo, nada.

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En la segunda parte, con algo de fortuna llegó el segundo de Borja (que desvió un jugador del Oviedo despistando al portero) y a partir de ahí, regular tirando a mal. El Córdoba se echó atrás y renunció al balón al 100%, algo que aprovechó el Oviedo para bombardear el área cordobesista. Un balón al palo y un paradón de Kieszek salvaron a los de Carrión, que ni aun así reaccionaron.

Se renunció al balón, pero lo cierto es que apuros serios, no hubo muchos más. La seriedad y la concentración defensiva hicieron el resto.

El gol del rival llegó por un error en defensa, pero no hiubo tiempo a nada más.

Gran victoria y mejor final de año. La moral sale fortalecida y el ánimo mejorado. Ahora toca la Copa. Si se gana, tocará disfrutar de una navidad feliz con la ilusión de que por una vez, el club haga las cosas bien en el mercado invernal.