El desayuno en el pupitre
Lo que más emociona de la encomiable labor que hacen los profesores del Gloria Fuertes es su delicadeza
La Columna de Carlos Arcaya | El desayuno en el pupitre | 16/12/2016
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Alicante
Lo que más emociona de la encomiable labor que hacen los profesores del Gloria Fuertes es su delicadeza.
Ya no es que se hayan organizado como un ejército para detectar y resolver todos los problemas que tienen los chavales más desfavorecidos; ni tampoco la autarquía que se han impuesto como mejor fórmula para ser ágiles a la hora de conseguir recursos, sabedores de que las administraciones no llegan a cubrir todas las necesidades; ni ese compromiso con un sistema educativo que intenta acabar con las desigualdades para dar oportunidades a todos los chavales, independientemente de las problemáticas familiares; ni que lo hagan con sus recursos; ni el ejemplo de compromiso; y podríamos seguir, alabando su actuación.
Yo creo que lo más destacable es esa delicadeza a la hora de colocar el brik y la pieza de fruta dentro de cada pupitre o llamando a los niños de forma individual para darles unas galletas. Todos los niños son iguales pero todos son distintos.
Ya ven, fino trabajo de ebanistería, de moldeado de ciudadanos. Enhorabuena.