Una falta de respeto a Daniel Mateo

Soria

El mundo del deporte tiene sus cosas. Las alegrías del éxito, los sinsabores de la derrota, el sufrimiento de las lesiones, los sacrificios por el camino… Pero son aspectos asumibles, razonables en la práctica deportiva, ya sea de alto nivel o como aficionado. Lo que no es de recibo es lo sucedido con el atleta soriano Dani Mateo este pasado fin de semana, en una serie de eventos, un esperpento que firmaría el mismísimo Valle Inclán.

Cronológicamente, el adnamantino se quedó fuera de la convocatoria para el Europeo de Cross, después de no tener una buena actuación el Alcobendas, pero eso, como decía, es parte del deporte. Decepción. El pasado miércoles se conocía que Adel Mechaal queda excluido de la selección española, sancionado por la IAAF (la Federación Internacional de Atletismo) por faltar a tres controles antidoping. Algo que ya le ocurrió en vísperas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. En su lugar a Italia acudiría Daniel Mateo. Alegría.

Y este mismo viernes saltaba la noticia de que Mechaal lograba la suspensión cautelar de la sanción y que sí podría competir en el Europeo. En consecuencia, Dani Mateo se quedaba fuera del campeonato, cuando estaba ya en Milán, en el aeropuerto, para embarcar con destino a la localidad italiana de Chia.

Se mire por donde se mire es un despropósito. Una falta de respeto hacia el soriano (lo sería también para cualquier otro), como la copa de un pino, con un perjuicio insubsanable: el viaje para nada, las ilusiones generadas tras el chasco de quedarse inicialmente fuera de la selección y ser luego convocado, así como perderse, para nada, la cita a la que iba a acudir en Quintanar. La Federación Española, o la internacional, o a quien corresponda la responsabilidad de semejante despropósito le debe una disculpa a Daniel Mateo, que igual no es tan ‘top’ como otros atletas de postín, pero merece tanto o más respeto que ellos.