¡Qué injustos somos con los oficios de los demás!
El comentario de Juan Francisco Rojo
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"¡Qué injustos somos con el oficio de los demás!", el Editorial de Juan Francisco Rojo
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Palencia
A veces terminamos creyéndonos una mentira de tanto repetirla. Es una estrategia que utilizan muy a menudo los regímenes de tintes dictatoriales para inculcar su doctrina opresora a los ciudadanos. Se nos mete en la cabeza que el comercio palentino no atiende de forma adecuada a sus potenciales clientes y lo vamos diciendo con la frivolidad de una afirmación que carece de argumentos. Dejemos las cosas claras desde el principio.
El comercio de Palencia, hablo del comercio tradicional, del pequeño comerciante, exhibe un músculo y una calidad que nada tiene que envidiar al de otras provincias cercanas y lejanas. Y tiene mucho mérito lo que hace en medio de la que está cayendo para el sector. Ponemos en la picota a nuestros comerciantes de forma injusta, y no nos fijamos en lo que tienen que soportar. Un ejemplo: al caradura de turno que se prueba una prenda para ver cómo le queda y luego la pide por internet. Jetas de estos, hay unos cuantos y algunos hasta se vanaglorian públicamente de ello.
Claro que hay malos comerciantes, pero son los menos. Lo mismo que hay malos periodistas, malos políticos, malos fontaneros, malos funcionarios, malos médicos y abogados… El problema está en que todos creemos que se puede hacer mejor la profesión del otro sin entrar en la autocrítica sobre cómo ejercemos la nuestra. Los funcionarios creen que el comercio podría ser mejor, los comerciantes piensan que los funcionarios podrán trabajar de forma más eficaz, los periodistas pensamos que los políticos podían ser más brillantes, los políticos piensan que los periodistas podrían estar más acertados, los médicos critican a los fontaneros y los fontaneros se quejan de los abogados.
Todos miramos al otro pero no nos miramos a nosotros mismos. Los comerciantes palentinos han protagonizado una evolución más espectacular de lo que nos parece a simple vista. Cuando viajo a otras provincias y veo otros establecimientos, me doy cuenta de que muchas veces no somos justos con los nuestros; que les exigimos en exceso. Y cuando nos pinta mal en un comercio, en un bar o en un restaurante y criticamos a todo el gremio estamos generalizando y siendo injustos.
Palencia tiene un comercio y una hostelería de calidad. Conviene que lo tengáis en cuenta esta Navidad con vuestras compras. A fin de cuentas, lo que aquí gastemos revertirá en la economía general. Esa es la clave. Eso es lo que nos deberían enseñar desde pequeñitos. La responsabilidad Social Ciudadana que debería ser equiparable a la Responsabilidad Social Corporativa de las empresas.