El tonto de la rotonda
El comentario de Juan Francisco Rojo
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Palencia
En Palencia capital tenemos varios elementos monumentales que están ubicados en rotondas y que pueden calificarse como referentes de la ciudad. Está el Campesino Ibérico de la Avenida de Asturias, cuyas proporciones, en todos los sentidos, son envidiables. Está La Columna de los Sueños de la zona del polígono, monumental obra de Luis Alonso que algunos llaman la “P”. El monumento al pastor o a las víctimas del terrorismo… y algunos más que, por falta de tiempo, no vamos a enumerar. Pero desde el pasado 20 de noviembre hay otro “elemento”, en el sentido peyorativo de la palabra, que se ha convertido en referente de la tontuna humana en relación con una rotonda. Me estoy refiriendo al “Tonto de la rotonda”.
Supongo que muchos de ustedes ya se habrán figurado que me refiero al macarra ese de 24 años que una tarde de domingo, se dedicó a hacer trompos, circulando a gran velocidad, derrapando y dando varios giros a la rotonda que da salida hacia Burgos. No conozco al individuo, ni me apetece; pero me le puedo imaginar.
Ya he dicho que debe ser un macarra; de esos que suelen decir que tienen un “pepino” de coche y que lo quieren lucir. Un descerebrado que en ningún momento se plantea que pone en riesgo la vida de los demás. Un inconsciente con su lado vanidoso que le lleva a exhibir con orgullo su supuesta proeza. ¡Qué sería de este machito si su “hazaña” no se publica y difunde en las redes! El cerebro no le da para más. No se puede parar a pensar las consecuencias que en materia penal y administrativa le puede acarrear su deleznable acción.
Y todavía me le puedo imaginar jactándose de la repercusión de su acto. Se siente más hombre que el Campesino Ibérico de la rotonda de la Avenida de Asturias. Insisto, no le conozco, pero no me extrañaría que este tipo sea de esos que se dedican a participar en carreras ilegales de coches; que algunas hay en la ciudad. Y si sigo imaginando, llego a la conclusión de que tendrá algún mote que completa la etiqueta de chulito.
Mira, chaval, tendrás un coche que es un pepino, alguna “choni” beberá los vientos por tí, serás una especie de héroe de barrio entre algunos de tus amigos; pero nadie te podrá quitar ya tu auténtica condición. Desde el pasado 20 de noviembre, eres el Tonto de la rotonda. Y eso hace que seas mucho menos “guay” de lo que te crees.
