COGERSA reducirá en más de la mitad el vertedero
Según las alternativas del Plan de Residuos, puede pasar de las actuales 550.000 toneladas a 220.000
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La Consejera de Infranestructuras Belén Fernández y el Director General de Calidad Ambiental, Manuel Gutiérrez en la presentación a los alcaldes de las alternativas a la incineración. / Angel Fabián
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Oviedo
El vertedero central de Asturias reducirá a menos de la mitad el volumen de residuos que reciba, según las alternativas a la incineración que la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, ha explicado a los alcaldes. Tratamiento mecánico-biológico, biológico-mecánico o higienización: son los tres procedimientos que contemplan las cinco alternativas a la incineración que finalmente han sido seleccionadas en el estudio del Principado.
La inversión oscilará entre los 65 y los 82 millones de euros, según la alternativa que resulte finalmente elegida, con un gasto anual de entre 25 y 31 millones de euros.
Inicialmente, han sido valoradas 14 posibles fórmulas, aunque finalmente han sido seleccionadas cinco, algunas de ellas muy similares entre sí, pero que, en síntesis, contemplan el tratamiento mecánico-biológico, el inverso (biológico-mecánico) o la higienización, un procedimiento mediante el sometimiento a altas temperaturas y vapor de agua. Con ello, se aumentará el producto reciclable entre un 6,5 y un 7 %, con la obtención de compos ambiental y biocombustibles o combustibles sólidos recuperados que pueden ser utilizados en industrias como la química, cementeras o térmicas. Habrá que mantener el vertedero, si bien será muy distinto al que conocemos, al no contener residuos sin tratamiento previo, según ha explicado la consejera, que dijo que "no será como el actual", sino que "toda la materia a a estar sometida a un tratamiento previo, lo que supone que va a tener menos materia orgánica".
El nuevo vertedero acogerá unos residuos que ya no producirán olores ni biogás, al ir previamente tratados. Las cifras son muy expresivas: actualmente recibe un volumen anual de residuos de unas 520.000 toneladas al año, mientras que la estimación es de reducirlo a entre 120.000 y 250.000, una horquilla bastante amplia que depende de cuál sea finalmente la alternativa elegida.
La consejera destacó que todas ellas son técnica y económicamente viables, lo que aleja la idea de la planta de valoración energética, la incineradora, que había despertado un amplio rechazo social.