Sting, cómo hemos cambiado
El ex componente de The Police mejora con los años y por eso cada disco suyo es una bendición para la música
Fuenlabrada
Quizás Gordon Matthew Thomas Sumner, Sting para los fans, no sea uno de esos viejos rockeros al uso. Pero aunque tiene edad para jubilarse, acaba de publicar uno de esos discos llenos de rock fresco que no suena a nostalgia de tiempos mejores. ‘I can’t stop thinking about you’ es el single con el que nos ha presentado su duodécimo álbum de estudio en solitario. ¿Recuerdan cuando le cantaba a un amor con una prostituta?
En 1978 conocimos a ‘Roxanne’, que en realidad era el primer single de The Police, un trío que mezclaba rock con reggae y jazz como nadie había hecho antes. Representantes de parte de la new wave británica, estuvieron algo menos de una década publicando temazos como ‘Don’t stand so close to me’ o ‘Every breath you take’.
Después de tantos buenos temas, al final lo que tiene el éxito es que suele traer luchas de egos. En una de esas The Police decidió parar y que cada uno fuera por su lado, y ese camino lo inició Sting en 1985 con ‘The dream of the blue turtles’, que incluía el ochentero ‘If you love somebody set them free’.
No era fácil mantenerse con éxito tras romper una de las grandes bandas de la época. Y Sting lo consiguió, aunque un poco a duras penas. Claro que dos años después despejó todas las dudas y se aupó a las cimas de las listas con el disco ‘Nothing like the sun’, que incluía una canción casi perfecta, ‘Englishman in New York’.
Sting se afianzaba así en el Olimpo de grandes compositores en active y superaba plenamente su ‘etapa Police’. Con la llegada de los 90’ supo modernizar su sonido en el disco conceptual‘Soul Cages’, dedicado a su padre tras su fallecimiento. Destacaba el tema ‘All this time’.
Esa instrumentación y las melodías reconocibles le estaban dando buen resultado al inglés, que en el 93 publica ‘Ten Summoner’s tales’, un disco que mantenía su sello personal, aunque sin cultivar tanto el rock de antaño y con unas cuantas revoluciones menos en temas como ‘If I ever lose my faith in you’.
Por cierto, de esta época no nos vamos a ir sin pinchar el temazo ‘All for love’, de la banda sonora de Los Tres Mosqueteros, que Sting cantaba junto a los grandes Bryan Adams y Rod Stewart, cuyas carreras también hemos repasado en esta sección.
Aquella canción magistral solo apuntaló la carrera de Adams, porque al resto tampoco les benefició en exceso. Es el caso de Sting, que a partir de ahí fue disolviendo su impacto en listas. Publicó una extraña mezcolanza de estilos en ‘Mercury Falling’, y a finales del milenio regresó con ‘Brand New Day’, donde volvía a experimentar, especialmente con su voz, en otro álbum que cosechó nuevos premios con temas como ‘Desert Rose’, con toques ‘electro-étnicos’ que recuperaba en ‘Sacred love’ con su tema ‘Send your love’, de 2003.
En cualquier caso es cierto que, aunque no se ha estado quieto, el éxito y la repercusión de Sting no han sido los mismos. Había perdido en buena medida su sello y sus discos no guardaban mucha coherencia entre sí. Los años que han seguido han estado plagados de discos experimentales y ha celebrado una esperada reunión de The Police. Antes de volver al rock, en 2009 publicaba un disco inspirado en Navidad y el invierno, ahora que queda poco para que nos llegue. Se llamaba ‘If on a winter’s night…’, era su noveno trabajo en solitario y nos sirve para despedirnos con el tema ‘Soul cake’.