Si no lo encuentra en Salazar es que no existe
El camino de Ana Alonso le ha llevado esta semana hasta la Papelería Salazar
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Cadena Ser
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Madrid
En el barrio de Chamberí, concretamente en el número 7 de la Calle Luchana hay un letrero que se ha mantenido imperturbable durante los últimos 111 años. Reza así: Papelería Salazar. Hasta allí ha ido Ana Alonso para conocer a Ana y Fernanda, las actuales propietarias de esta papelería en la que se encuentran las cosas imposibles, todo aquello que no se puede encontrar en ningún otro establecimiento de Madrid.
A Vivir Madrid | On The Road. Papelería Salazar
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En 1905, la bisabuela de Ana y Fernanda fundó el negocio, que por aquel entonces era un estanco. Más tarde fue una imprenta y finalmente, acabó consolidándose como papelería. Ellas son la cuarta generación que se ha hecho cargo de Salazar, la papelería más antigua de Madrid y la segunda más longeva de España. Allí venden de todo: huchas antiguas, todo tipo de calendarios, plumieres de madera, recortables… “cosas inusuales, inauditas, fuera de época”, ha concluido Ana.
Pero tal vez el elemento más sorprendente de todos los que se pueden encontrar en la papelería son las libretas de la marca Miquelrius, que son las que Luis Bárcenas utilizaba para hacer sus cuentas. Dice Ana que ella misma avisó a los propietarios de la marca de que sus libretas aparecían en las portadas de todos los periódicos del mundo. Ante la pregunta de dónde pudo hacerse el extesorero del Partido Popular con sus cuadernos, Ana ha respondido: “estas libretas solo se venden en esta papelería”.
Desde sus inicios, la mayor parte de propietarias de la tienda han sido las mujeres de la familia y algunas veces han tenido que enfrentarse a momentos duros. Durante la Guerra Civil, la abuela de Ana y Fernanda se quedó sola con el negocio. Estuvo en la cárcel una noche e intentaron incautar la tienda. Además de las dificultades ideológicas, entonces hubo una fuerte carencia de género.
Ahora, por la crisis, pasan por otro momento difícil. También se enfrentan al problema del relevo generacional, “nuestros hijos no quieren hacerse cargo de la tienda, es mucho trabajo”. Sin embargo, por el momento las demás papelerías de Madrid, siguen teniendo que repetir una frase ya mítica: “Vaya a la papelería Salazar, si no lo encuentra allí, es que no existe”.