‘Nueva legislatura, viejas tonterías’

Algeciras

Ya hay legislatura. Ya ha empezado el curso político y muchos de nuestros patricios han empezado a decir tonterías. No se crean que es cosa de la derecha, la izquierda o del centro proferir ñoñerías, no.

Parece que hay un campeonato a ver quién dice la estupidez más grosera. Entiéndaseme: grosera viene de grosor, dimensión.

Yo ya no sé quién es de la casta y quién de la caspa. No los distingo y los confundo. Unos no son castos y otros son casposos. O a la vez. Digo esto, no ya por los Espinar (padre e hijo), Bárcenas, Bigotes, Monedero, Pujol, Arturo Mas, Errejón, los de los Eres aquí en Andalucía y demás secuaces. No.

Me refiero ahora a Cristina Cifuentes, quién acaba de decir que los madrileños pagan la educación y la sanidad a los andaluces. Quien crea aquello de que España nos roba es patrimonio de los catalanistas se equivoca. Imbecilidades semejantes las dice la sucesora de Ignacio González en el cargo de presidente de la comunidad de Madrid, que, por cierto, ha declarado en los juzgados hace unas semanas como investigado por dar casi seis millones y medio en subvenciones sin justificación alguna. Aclaro, Ignacio González es del mismo partido que Cifuentes y Granados, que está en la cárcel. Sí hombre, el del millón de euros en el altillo de la casa de sus padres, que se les olvidó a los de Ikea, según dijo.

También hace unos días, una consejera de la Generalidad catalana ha dicho otra majadería semejante. Tomen nota: la tal Dolores Bassa, que así se llama la tipa, acusa a Andalucía de no atender a los ‘niños de la cola’, refiriéndose a niños tutelados en centros de menores de Cataluña que inhalan ese veneno.

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Pero no queda ahí la cosa, pues otros tipos, como Diego Cañamero que fue en las listas de la amalgama de partidos que lidera Pe Eme I Turión, en sustitución de un tal Bódalo que está en la cárcel para cumplir la pena que le fue impuesta por agredir a otra persona, se puso una camiseta ayer en la inauguración solemne de la décimo segunda legislatura (y no doceava que dirían los más rústicos y empedernidos) en la que se podía leer que él NO VOTÓ A NINGÚN REY. No hace falta que él no lo votara, España es una monarquía parlamentaria porque así lo dice la Constitución votada por una inmensa mayoría de ciudadanos. Y a quien no le guste que inste la reforma de la Carta Magna.

Ya ven que la zafiedad y la estupidez no es patrimonio de unos cuantos, sino que se ha instalado en muchos de nuestros representantes políticos.