El voley también nos da alegrías
Después de un arranque irregular, con un triunfo y tres derrotas, el Río Duero Sora volvió a la senda de la victoria en la difícil cancha de Melilla
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Cadena SER
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Soria
Tanto hablamos del Numancia, de sus carencias, virtudes y defectos y su delicada situación clasificatoria y su irregularidad que parece que nos olvidamos del Río Duero Soria, un equipo que no ha empezado bien la temporada, pero sin hacer ruido ha ido mejorando sus prestaciones para acercarse a la lucha por su objetivo.
Al inicio de esta cuarta jornada los celestes partían como penúltimos clasificados de la Superliga Masculina de voleibol, como consecuencia de un calendario complicado en el arranque del campeonato, con Sevilla e Ibiza, seguidos a domicilio, y Teruel como dura piedra de toque en Los Pajaritos. Antes, había empezado con triunfo en la primera jornada ante Vecindario, con buenas sensaciones. Esas sensaciones se mantuvieron de forma intermitente en los partidos ante los ‘gallitos’ de la competición, si bien no fueron suficientes para obtener un mejor resultado que derrotas con cero puntos.
Pero, a la chita callando, sin preocupaciones excesivas, el conjunto dirigido por Manolo Sevillano, ha seguido a lo suyo, sabedor de que la tormenta (el calendario) había de pasar en algún momento y entrar en la ‘calma’ de su propia liga, ante rivales parejos con los que pelear por el (exigente este año) objetivo de meterse en la Copa del Rey. La victoria en Melilla son más que tres puntos, puesto que da aire al Río Duero Soria, refuerza su apuesta de juego y le mete de nuevo en la pomada, ya séptimo en la tabla. Igual es un espejo en el que debe mirarse el Numancia para reaccionar: firmeza, continuidad y tranquilidad.