¡Maldito penalti!

No estaba haciendo el Eibar su mejor partido en el Estadio Gran Canaria. Pero no era necesario un castigo tan excesivo para dejárselo claro. Porque la forma de perder contra Las Palmas fue tan injusta como cruel. No estaba haciendo su mejor partido el Eibar, pero tampoco el peor. Y tampoco estaba haciendo su mejor partido Las Palmas. Pero los armeros se quedaron sin premio. Por culpa de una jugada muy rigurosa, cuando ya el partido estaba muriendo. ¡Maldito penalti!

No estaba haciendo el Eibar su emor partido en Canarias, pero con el tiempo cumplido, se paladeba un punto más que positivo. Hasta que llegó el colegiado y se inventó un penalti que después trasnformaría Jonathan Viera, y por culpa del que se vuelve de vacío a casa. Cuando hizo méritos para sumar, al menos, un puntito, que viendo cómo iba la cosas, sonaba más a puntazo.

Con el partido languidenciendo, con el 0-0 como resultado final de forma irremediable, Roque Mesa cayó en el área armera y el colegiado no lo dudó. Penalti. Pero la jugada es muy dudosa. Porque la sensación es que el jugador canario es el que choca con el armero, y no al revés, por lo que no puede haber pena mñaxima. El contacto no es sufuciente. Jugada muy dudosa que se cargó el partido y la ilusión del Eibar, porque se producía en el minuto 91, a punto de terminar. Un castigo muy excesivo, y que no reflejaba lo que había ocurrido hasta entonces en el partido.

¿Qué había pasado? Que Las Palmas estuvo mejor posicionado sobre el cpesed hasta el descanso, y tuvo más ocasiones. El Eibar aguantó el chaparrón como buenamente pudo. Y en la segunda mitad, los armeros dieron un paso al frente, y tuvieron las mejores ocasiones, pero les faltó puntería. Y Las Palmas tenía, eso sí, más posesión de balón. El partido se encaminaba a un empate pleno de intensidad y garra, pero el colegiado quiso reclamar su cuota de protagonismo y cargárselo con un penalti inexistente. ¡Maldito penalti!