La niebla de Santander, un fenómeno poco frecuente, pero no extraño
Está provocada por una bajada considerable de las temperaturas del agua en el Mar Cantábrico.
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Varias personas en el paseo de la playa del Sardinero, en Santander, donde la intensa niebla ha provocado cancelaciones y desvíos en el aeropuerto Seve Ballesteros. / Pedro Puente Hoyos (EFE)
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Santander
La niebla que desde el sábado ha envuelto Santander y sus alrededores constituye un fenómeno poco frecuente y muy difícil de predecir, pero no extraño, ocasionado por una bajada considerable de las temperaturas del agua en el Mar Cantábrico.
El municipio de Santander y sus alrededores se han visto este fin de semana cubiertos por una densa niebla procedente del mar que ha reducido la visibilidad a nivel del suelo, en las calles y carreteras, y ha paralizado la actividad del Aeropuerto Severiano Ballesteros, donde ningún avión ha podido aterrizar.
El delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Cantabria, José Luis Arteche, ha explicado a EFE que este fenómeno, que este mediodía ha empezado a remitir por el calor y no se repetirá mañana, es poco frecuente, porque solo se produce cada dos o tres años, pero no extraño.
Estas nieblas -un fenómeno meteorológico que reduce la visibilidad por debajo de los mil metros-, proceden del mar y se forman por la condensación de agua, cuando el aire cálido y húmedo pasa sobre un mar frío.
Y esto es lo que ha ocurrido en el Cantábrico, donde desde el día 25 las temperaturas se han reducido en tres grados, una bajada considerable que ha dado lugar a unas "nubes extraordinarias" que han cubierto todo el mar, desde Galicia hasta el País Vasco e, incluso, Las Landas, y han entrado tierra adentro.
Arteche explica que las nieblas marinas, propias de la primavera y del otoño, son frecuentes en la costa de California, pero no en el Cantábrico, donde solo se producen cada dos o tres años y pueden durar dos o tres días.
La previsión es que las nieblas remitan el lunes con el calor y que mañana no se vuelvan a producir y, si lo hacen, sea de manera más suave.