Tras el Día Mundial contra el Cáncer de Mama
A Coruña
Hemos celebrado el Día mundial contra el cáncer de mama, que ni siente de parece, sólo se limita a existir en cuerpos de mujeres, vecinas y amigas nuestras. El día mundial con la apuesta por el optimismo y la visibilidad en un trance del que cada vez se sale mejor, con porcentajes de curación media del 85 por ciento, del cien en algunos tipos de cáncer. Hemos avanzado, en la gestión de la enfermedad, en los tratamientos, que deben humanizarse cada vez más, que deben paliar cada vez más unos efectos secundarios demoledores en ocasiones. Hemos avanzado en la normalización de una enfermedad que parecía un estigma contra nosotras, las mujeres. La mejor manera de conmemorar ese día está en la mente de todas y de todos. Preservar con uñas y dientes una sanidad pública del nivel de la nuestra, con los mejores profesionales, los mejores medios, y la condición de sanidad universal. Para que cualquier persona pueda controlarse, el diagnóstico precoz es fundamental, y pueda tratarse con independencia de su nivel económico, social y cultural. Y con independencia de su procedencia. Ahí tenemos un motivo de alarma, por ejemplo entre los emigrantes retornados o inmigrantes forzosos. Y debemos dar la alerta. Es nuestra obligación. A las demás debemos darles compañía y apoyo y la confianza en que los tratamientos se humanizan al minuto. Seguimos adelante.