PSOE y Podemos mantienen roto el Pacto de Investidura pero seguirán dialogando

Toledo

El PSOE y Podemos en Castilla-La Mancha no han revivido el acuerdo de investidura que la formación morada rompió hace dos semanas pero sí hay voluntad de seguir hablando por ambas partes. Es la conclusión de la reunión que han mantenido en la tarde de este jueves el presidente de la comunidad y secretario regional del PSOE, Emiliano García-Page y el secretario regional de Podemos, José García Molina.

Tanto el Ejecutivo de García-Page, como señalan fuentes del mismo a la SER-Castilla-La Mancha, como Podemos -según su secretario regional- sacan en claro que hay que seguir hablando y que hay voluntad por ambas partes para seguir conversando y profundizando en los asuntos que discrepan, sobre todo, en los ritmos en los que se aplican las medidas.

Para el Gobierno autonómico, lo más importante es la voluntad de que ese diálogo esté abierto de manera permanente y que se celebren las reuniones que hagan falta para tratar los dos asuntos mas importantes: los Presupuestos de Castilla-La Mancha de 2017 y las políticas sociales. En este punto, el Gobierno asegura que sin presupuestos no se pueden llevar a cabo medidas como avanzar en los acuerdos con los interinos, las ofertas de empleo en sanidad o educación, dotar a la Universidad regional de un presupuesto o dar salidas sociales al problema de la vivienda.

Por su parte, Podemos dice lo contrario: primero tendrán que hablar de las medidas para luego abordar los presupuestos.

Es decir, el acuerdo no ha resucitado pero sí la voluntad para emprender una nueva etapa.

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La reunión entre García-Page y García Molina ha sido en el toledano Palacio de Fuensalida y ha durado en torno a tres horas y media. En el encuentro también han estado presentes el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro; el secretario de organización del PSOE regional Jesús Fernandez Vaquero y la secretaria regional de Organización de Podemos, María Díaz. Ambos partidos aseguran que el ambiente ha sido "cordial, distentido pero también intenso" porque se han abordado los asuntos más espinosos y que separan a Podemos del Gobierno.