El jurado declara culpable al acusado de matar al vicario de San Isidoro

Sevilla

Un jurado popular ha considerado culpable de la muerte del vicario de San Isidoro a José Eugenio Alcarazo, el marido de una sobrina del cura. El veredicto ha considerado, por seis votos frente a tres, que debe aplicarse al procesado la atenuante de "disminución ligera o moderada de la capacidad de control de sus actos", como decía el informe de los peritos psiquiatras.

Los jurados entienden también que el sacerdote no tuvo posibilidad de defensa cuando lo abordó Alcarazo en el portal de su casa. Le propinó 9 puñaladas, una de ellas en el corazón.

Luego llamó a su mujer para comunicarle que su tío se estaba desangrando.

Los forenses describieron al supuesto asesino como un hombre con un trastorno adaptativo que no tolera las frustraciones, que siempre culpa a los demás de sus fracasos mientras él se presenta como la víctima. De hecho reconoció ante el psiquiatra que le entrevistó en el juzgado de guardia que había matado a un hombre porque le había destrozado la vida.

Tras escuchar el veredicto, la Fiscalía ha solicitado para el acusado 20 años de prisión por un delito de asesinato con la atenuante de enajenación mental y el pago de una indemnización de 50.000 euros al hermano del fallecido y de 20.000 euros a cada uno de sus sobrinos.

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La abogada del acusado, Encarnación Molino, ha solicitado que se le imponga la pena en el grado mínimo porque el acusado "reconoció los hechos, mostró su arrepentimiento y no tiene antecedentes", a lo que se suma que sufre una enfermedad mental que "implica menos culpabilidad".