Flamenco gregoriano y con olor a incienso
La bailaora granadina Patricia Guerrero estrenó 'Catedral', una obra sobre el papel de la mujer en el mundo religioso
La bailaora granadina Patricia Guerrero y su cuerpo de baile en un momento de su 'Catedral', la obra que ha estrenado este viernes en el Lope de Vega / Paco García
Sevilla
Lejos quedan ya aquellos montajes de baile flamenco en lo que todo se reducía a un cantaor por detrás, un guitarrista, dos o tres palmeros y a bailar se ha dicho; ellas en bata de cola o vestido de faralaes y ellos de corto como esos flamenquitos que se ponían en lo alto de los televisores cuando las pantalllas no eran tan finas con las de ahora de plasma.
Y la verdad es que el estreno este viernes en el Lope de Vega de 'Catedral', lo nuevo de la bailaora granadina Patricia Guerrero, ha incidido claramente en lo antes expuesto. Una escenografía trabajada, con una ambientación a base de velas e incienso que nos metía de lleno en ese templo catedralicio en el que las piezas de baile nos han dicho sobre el papel de la mujer en el mundo religioso.
Por supuesto que ha habido flamenco en el cante de José Anillo y la guitarra de Juan Requena y flamencura de sobra también en los zapateados y en el vuelo de las manos del cuerpo de baile, pero como en toda Catedral que se precie no ha faltado el canto gregoriano -hay quien cree que en él está la raíz del cante por malagueñas- en las voces de Diego Pérez (tenor) y Daniel Pérez (contratenor), y percusión en forma de campanas y tambores, lo propio.
Así ha sonado uno de los novedosos pasajes de esta 'Catedral' de Patricia Guerrero:
Por lo demás y más cercano a la pureza del flamenco, la jornada nos ha dejado el cante de dos sagas jerezanas. En San Luis de los Franceses, el patriarca de la saga de los Moneo, Manuel Moneo; y como broche de oro a la noche y a los espectáculos en el claustro de Santa Clara, los Sordera.
