Greenpeace pinta su modelo de transporte en Bravo Murillo
La asociación ecologista ha aprovechado el corte de la calle por el Día Sin Coches para reclamar la cesión de espacio en las principales vías de la capital a modelos de transporte más sostenibles
Madrid
Bravo Murillo ha amanecido esta mañana con sus carriles alterados. En medio de su corte por el Día Sin Coches, los activistas de Greenpeace han retratado en el asfalto su propuesta de movilidad para la ciudad de Madrid, en la que el coche no sería el dueño absoluto de las calles.
Los hechos han ocurrido en el tramo que va desde la calle Feijóo hasta la glorieta de Quevedo. Con el mensaje "stop CO2" en el asfalto, los carriles de la calle han amanecido reflejando el modelo de transporte que quiere Greenpeace: dos carriles para las bicicletas, dos para el transporte público, los que ahora mismo están destinados al estacionamiento para los peatones y el central para los coches (los que estaban pintados eran eléctricos).
Desde la asociación indican que han elegido Bravo Murillo por ser una de las principales vías de la capital en cuanto a densidad del tráfico de vehículos se refiere y por la prioridad absoluta que tienen los coches en sus carriles. "En una calle con siete carriles dedicados en exclusiva al automóvil, queríamos reflejar nuestra propuesta para una ciudad que aspira a estar menos contaminada y ser más sostenible", ha señalado Mariano González, responsable de la campaña de Transporte de Greenpeace.
En definitiva, buscan quitarle espacio a los coches para cedérselo a otros modos de transporte alternativos que hagan de Madrid "una ciudad más habitable".
Además, con motivo de la Semana de la Movilidad, Mariano ha lamentado los actos que ha preparado el Ayuntamiento de Madrid, ya que hubiese preferido "medidas más ambiciosas". "Es difícil hacer en una semana lo que no se hace en todo un año", ha remarcado.