Visto para sentencia el mayor juicio por preferentes: "Fue una trama organizada"
Madrid
Visto para sentencia en Plaza de Castilla el juicio más voluminoso por la venta de participaciones preferentes de Caja Madrid: la asociación ADICAE ha pedido que la venta de estos productos bancarios en 2009 a más de dos mil personas sea declarada nula, mientras que la defensa del banco ha defendido que el proceso fue transparente y que además no se comercializan desde hace ya cuatro años.
Una vista de cuatro horas en el salón de actos de los juzgados en la que los más de doscientos preferentistas asistentes han escuchado dos versiones completamente distintas del proceso que atrapó sus ahorros. Antonio Castro, abogado de ADICAE, se ha extendido durante una hora y media para exponer sus argumentos ante el juez: "Fueron el mismo producto, los mismos abusos y las mismas prácticas con todos los clientes", ha dicho el letrado al comienzo de su intervención, añadiendo más tarde que los clientes de Caja Madrid estaban "debidamente desinformados y que los folletos informativos entregados eran "marañas" de información "incomprensible". "Fue una trama organizada", ha concluido.
Su exposición de conclusiones ha sido aplaudida por los doscientos preferentistas que han obligado a celebrar el juicio en el salón de actos. "¡Pero cómo no voy a aplaudir!", aseguraba uno de ellos después de que el juez pidiese respeto para el juicio que se estaba celebrando.
Aplausos para el abogado demandante y murmullos para los letrados de Bankia y Caja Madrid Finance Preferred, que han defendido una versión distinta: como ya hicieron en la audiencia previa celebrada hace unos meses, "esas cláusulas ya no se usan, no existe ningún riesgo de reiteración", afirmando que han pasado siete años desde la emisión de preferentes en 2009. Para el abogado de Cajamadrid Finance el tríptico era un "modelo de información" y ha descargado la responsabilidad de una posible falta de información al cliente en los empleados de las sucursales.
Los letrados también han hablado de una "causa generalizada" contra la venta de estos productos, comparando este procedimiento con el de alguien que compra un móvil y luego "no sabe cómo funciona".