La Comunidad Valenciana, tierra de saqueo
La corrupción política en España es cutre, casposa y de unos niveles de desfachatez surrealistas
![Punto de Vista de Carlos Gómez Gil | La Comunidad Valenciana, tierra de saqueo | 19/06/2016](https://cadenaser.com/resizer/v2/NGUSFB4GORLTDNFBZDWCDIYRHU.jpg?auth=083d600b1d3881b913d89508b6056289870b024d82d25d7c64fef1465b3bb59f&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
Punto de Vista de Carlos Gómez Gil | La Comunidad Valenciana, tierra de saqueo | 19/06/2016
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Alicante
Esa corrupción asquerosa, que como una lluvia con barro nos cae todas las semanas, tiene dos rasgos llamativos en España.
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El primero es que ha acabado por insensibilizarnos, la hemos llegado a interiorizar como parte de nuestro paisaje político corroído, demostrando así los ciudadanos unas tragaderas y un aguante que no se merece tanto político sinvergüenza. Y el segundo es algo muy distinto a otros casos de corrupción que se han dado en otros países, porque la corrupción política en España es cutre, casposa y de unos niveles de desfachatez surrealistas.
Así -desde la coca de los ERE de Andalucía; pasando por los volquetes de putas de Granados; a las discotecas y puticlubs a cargo de las tarjetas Black de Caja Madrid; aquella madre que tenía tanto dinero de su hijo bajo la cama "como para asar una vaca"; o aquellos amigos del delincuente Blasco a los que les dolían los dedos de contar tantos billetes como habían robado-, estamos asistiendo a tal grado de degeneración y pillaje que solo se explica porque creyeron que eran completamente impunes.
Sin embargo, todo lo que rodea a Marcos Benavent, quien se calificó como un yonqui del dinero de todo lo que robaba con el PP en comisiones, pero que tras meditar en la India y fumarse unos porros de marihuana en Ámsterdam se convirtió en hippie, está alcanzando los máximos niveles del paroxismo. Años de grabar a toda la cúpula del PP valenciano con sus manejos está llevando a buena parte de ellos a los tribunales, cayendo uno tras otro como fichas del dominó, enterándonos de algo que hemos vivido en nuestras carnes: la Comunidad Valenciana ha sido tierra de saqueo, de pillaje y de robo a manos llenas.
Esperemos que los jueces hagan lo que no han sido capaces de hacer los partidos responsables de tanto escarnio.