Los sevillanos Atalaya regresan al Festival de Teatro de Palencia con su adaptación de ‘Marat-Sade’
La obra traslada al espectador a la Francia de 1808, cuando cinco influyentes personalidades conviven en el hospital psiquiátrico de Charenton
Imagen de un momento del espectáculo / Félix Vázquez
Palencia
El Festival de Teatro ‘Ciudad de Palencia’ llega este jueves, 15 de septiembre (20:30 horas), a su segunda jornada con la representación de ‘Marat-Sade’, la adaptación que los sevillanos Atalaya firman de la genial obra del dramaturgo alemán Peter Weiss. La Francia postrevolucionaria de 1808 constituye el escenario de esta expresionista tragicomedia con la que Ricardo Iniesta, director de la formación andaluza, propone una mirada grotesca y musical al hospital psiquiátrico de Charenton en el que convivieron Jean Paul Marat, líder de los jacobinos y defensor de la colectividad, y el Marqués de Sade, partidario del individualismo más exacerbado. Con este punto de partida, Atalaya recupera uno de los textos fundamentales del teatro del siglo XX, representado por vez primera en España en 1968 bajo la dirección de Adolfo Marsillach.
Medio siglo después de su estreno, la obra conserva la tremenda vigencia y actualidad de entonces, a un tiempo que constituye una muestra del teatro épico de Brecht y del teatro de la crueldad que marcó gran parte de la producción literaria de Artaud. Dos referentes en el trabajo de esta veterana formación andaluza galardonada con el Premio Nacional de Teatro.
Desde ese “teatro dentro del teatro” que propone ‘Marat-Sade’, el texto aborda el choque entre el individualismo del Marqués de Sade y la defensa de la colectividad y la honestidad que hace Marat, dos posiciones ideológicas que convivieron durante la revolución francesa. Para ello, Weiss se inspiró en hechos reales y en las figuras de cinco personajes clave en aquel universo de enfermos mentales del hospital de Charenton. Son el revolucionario Jean Paul Marat, líder de los jacobinos; el Marqués de Sade, partidario de la transformación individual frente al valor de la colectividad; Jacobo Roux, precursor de la Comuna de Paris; Carlota Corday, aristócrata girondina; y Coulmier, director del hospital y representante del orden napoleónico.
La lucha dialéctica entre el individualismo y lo colectivo, entre la violencia y la sumisión, entre la honestidad y la corrupción protagonizan una historia coral, sugestiva y fresca, donde la música tiene un rol central y que transmite visceralmente aquel ambiente del psiquiátrico. La obra se estrenó en el festival Clásicos de Alcalá, de Alcalá de Henares (Madrid), y es una coproducción del Festival GREC de Barcelona.
