Dame una alegría

Toca ganar por la vía rápida. El Valencia CF no se puede permitir ni un desliz más en Mestalla porque su afición lleva un buen calentón después de un verano convulso por la fuga de estrellas y porque no ve ganar a su equipo desde el 20 de abril, cuando goleó al Eibar con el coliseo valencianista haciendo la ola tras encadenar dos victorias consecutivas (Sevilla y Barça) que alejaron definitivamente los fantasmas del descenso.

Aquí somos así, sacamos a hombros a Paco Alcácer por el hat-trick de aquella noche o le enviamos a comer pipas a la grada del Camp Nou por elegir al FC Barcelona, como si Peter Lim no hubiese intervenido en la firma de su traspaso por 30 millones de euros. Nada nuevo bajo el sol.

Ahora, sin el icono de la cantera de Paterna, sin Mustafi y sin André Gomes, pero con Garay, Mangala, Nani y el hambre de Munir o Santi Mina este nuevo Valencia no puede volver a fallar después de un mal arranque en la competición con dos injustas derrotas ante Las Palmas y en Ipurua.

Este parón, por los compromisos de la selecciones, ha servido para que el seguidor del Valencia asuma con cierta naturalidad la venta de sus mejores jugadores, para resetear su mente del desastroso cierre de campaña ante el Villarreal (0-2) y la Real Sociedad (0-1) que les relegó a la decimosegunda posición de la tabla, para que admita un mal debut liguero por una inacabada planificación deportiva, pero todo tiene un límite y ahora solo quiere resultados inmediatos que le generen confianza en su equipo, porque una cuarta derrota consecutiva en Mestalla, que jamás se ha producido, sería el detonante de otro seísmo.

Ayestarán tendrá que despejar la duda en la porteria con la presencia de Diego Alves en una convocatoria de 19 jugadores y en la que no está Jaume Domenech, además de Abdennour lesionado y Siqueira que lleva un menor número de entrenamientos por los problemas que ha arrastrado durante la pretemporada.

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Para el Betis tampoco ha comenzado nada bien la temporada, después de dar una mala imagen y ser goleado por el Barça en el Camp Nou (6-2), y tras su anterior empate a cero en casa contra el Deportivo. 

Ahora llega a Valencia con mucha presión al no poder permitirse otro tropiezo y, sobre todo, con la obligación de ofrecer su mejor versión para disipar las primeras dudas que se ciernen en torno al nuevo proyecto del entrenador uruguayo Gustavo Poyet.

El conjunto verdiblanco pierde por lesión al delantero paraguayo Tonny Sanabria, que se une a las bajas conocidas del medio francés Jonas Martin y del lateral zurdo Álex Martínez, y ha sorprendido que el técnico uruguayo no haya convocado a uno de los talentos de su equipo, el canterano Dani Ceballos, tras haber estado con la selección sub-21.

Poyet, que no podrá sentarse en el banquillo al haber sido sancionado con dos partidos por sus "observaciones" a Clos Gómez al término del partido frente al Deportivo, sí ha convocado al centrocampista serbio Darko Brasanac, que se perfila como titular, pero ha dejado fuera al central holandés Ryan Donk, el último fichaje en llegar y que aún no está a punto físicamente.