La frágil salud de Gil y Carrasco

Ponferrada

Es una de las novedades documentales recogidas por Miguel Jota García y Rafael Goyanes en un artículo que también revela la hoja de servicios del escritor como funcionario, su correspondencia con el director de la biblioteca nacional o con el erudito alemán Hubert, entre otros datos biográficos, como el recibo que demuestra que su padre pagó 4000 reales para librar a Gil de ser alistado y cumplir con las milicias. Se trata de datos documentales que, a juicio de García, vienen a completar los estudios aportados durante el congreso del Bicentenario de Gil, en el que quedaron demasiadas lagunas y hubo escasas aportaciones.

En su corta vida, la salud de Gil y Carrasco estuvo marcada por dolores de cabeza, trastornos digestivos y fiebre, pero en sus muchas revisiones médicas en España, la tuberculosis nunca le fue diagnosticada.

Ahora se sabe que sus regresos a Ponferrada desde la Biblioteca Nacional, donde trabajaba, eran de carácter terapéutico, para recuperarse gracias a los aires bercianos. De su correspondencia con Hubert se deduce que Gil fue consciente de que la tendencia romántica que él representaba ya no estaba en boga en países como Alemania. Y no solo eso, sino que gracias a las cartas ahora descubiertas se ha sabido que quien fue alcalde de Ponferrada en nueve ocasiones, Isidro Rueda, escribió una obra de teatro que no ha llegado hasta nosotros.

La revista Bierzo también incluye artículos sobre personajes curiosos, como el obispo Amat, un clérigo liberal que apoyó las desamortizaciones, un análisis de los documentos de la herencia de Isidro Rueda o la historia del teatro en Bembibre, entre otros muchos estudios.