Un cementerio de 'The Walking Dead'
La empresa Funespaña, que lleva encargándose décadas del mantenimiento de los cementerios en la capital tras pagar 100 pesetas, mantiene en un estado de total abandono gran parte de La Almudena
Muchos fallecidos fueron sacados de unas tumbas que quedaron abiertas y con las lápidas destrozadas / Juan Pérez
Madrid
Tumbas sin tapar, lápidas rotas, nombres de fallecidos que no se ven y crucifijos robados que no se reponen... La empresa Funespaña, la funeraria que se encarga del mantenimiento de los cementerios en Madrid, mantiene buena parte de La Almudena en un estado lamentable.
"Se llevan los cristos y las abrazaderas de las tumbas y al ser actos delictivos la empresa no se hace responsable", cuenta Felipe, que lleva limpiando durante años lápidas en el cementerio. Se lamenta también porque hay muchas zonas que se pueden mejorar: "Hay nichos que están mal y están todavía sin arreglar; la segunda y tercera meseta se encuentran cerradas, abandonadas".
"La segunda y tercera meseta están abandonadas"
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Las quejas no vienen solo de los trabajadores que perciben la decadencia del cementerio día a día. Familiares de fallecidos que se encuentran allí critican un destrozo total de las zonas más antiguas. "Sacaron a los cadáveres que ya no tienen familiares que paguen y han dejado las sepulturas levantadas", protesta una mujer que iba a visitar a su padre.
"Han sacado los cadáveres y han dejado las sepulturas levantadas"
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Pero el problema no está solo en el mantenimiento de las tumbas: la mayoría de las fuentes no tienen agua para poder mantener las flores que acompañan a los fallecidos y el acceso a según qué partes se complica en épocas de mal tiempo. Este inmenso cementerio se recorre a través de estrechas calles que, en su mayoría, no se encuentran asfaltadas y están hechas de tierra.
"Si llueve, al final es todo barro"
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"En época de lluvia hay que traer las botas de pocero" afirmaba otra mujer... Además, puede ocurrir que alguien vaya a visitar a un familiar y no consiga encontrar la tumba, ya que algunas quedan totalmente tapadas por la vegetación.
En 1992, el Ayuntamiento de José María Álvarez del Manzano, del Partido Popular, privatizó parcialmente la gestión de los cementerios de la capital. El gran beneficiado fue Funespaña, que se hizo con parte de los servicios por 100 pesetas.
Tal fue el escándalo que la justicia llegó a calificar el negocio como "un daño a los intereses públicos". En 2008, la Audiencia Provincial dictó en su sentencia del caso funeraria que la privatización de los servicios se podría haber hecho por más de siete millones de euros, y no por esos 60 céntimos.
Ahora, desde el Consistorio, exigen a Funespaña que subsane lo que consideran "un déficit de las inversiones en todos los cementerios", basándose en datos de un informe de auditores externos. En La Almudena, por ejemplo, el déficit señalado es de unos 22 millones.
A partir de ese mismo trabajo, señalan que la empresa ha conseguido en las últimas décadas unos rendimientos desorbitados: tras invertir algo más de un millón de euros, ha obtenido 64 millones y medio de euros. Pero esta funeraria ha declinado dar explicaciones a la SER.
El 15 de septiembre, la Empresa Mixta de Servicios Funerarios pasará a ser íntegramente municipal. El Ayuntamiento asegura que no habrá despidos y asumirá los 529 trabajadores contratados actualmente por la empresa.
