La casta salva al Lugo en un partido de patio de colegio
Los lucenses, que regalaron dos goles por errores en la salida de balón, igualaron un 1-3 a base de pundonor
Un lance del Lugo - Zaragoza / CD Lugo
Lugo
El Lugo – Zaragoza será recordado como el partido de las pifias de la Liga 1,2,3. Hasta 3 de los 6 goles del encuentro, dos por el bando local y uno por el visitante, fueron regalos más propios de patio de colegio que de una liga profesional. El cuadro lucense supo sufrir y tiró de casta con un Pedraza excelso para igualar el partido en dos ocasiones, tras el 0-1 y un 1-3. Los cambios de Luis César funcionaron: Iriome dio profundidad al costado derecho y Djaló aprovechó los minutos, sobre todo en la salida de balón, en substitución de un Carlos Hernández que tuvo un día muy gris.
- FICHA TÉCNICA
Al cuarto de hora, el Lugo encajó el 0-1 en la que será, con total seguridad, la pifia de la liga. A la altura de la línea de fondo Carlos Hernández, pudiendo despejar el balón, cedió en paralelo a José Juan para no traicionar el estilo lucense. El arquero dejó correr el balón por la línea de gol y Manu Lanzarote le ganó la partida para empujar al fondo de las redes.
El Anxo Carro volvió a sonreir cuando la nueva sociedad Pino – Pedraza, que promete tardes de gloria en el coliseo lucense, acertó a percutir en la meta de Irureta. El vigués abrió en ventaja para Pedraza, que de primeras enganchó un misil con la izquierda que se coló por la escuadra de la portería maña.
El Zaragoza, sin hacer nada de otro mundo tuvo dos oportunidades de gol clarísimas antes del descanso para volver a adelantarse. Y es que la defensa del Lugo fue este sábado como la mantequilla para los delanteros maños.
El Lugo volvió al comienzo de la segunda parte a cometer otro error infantil en la salida de balón y el Zaragoza no perdonó. José Juan sacó en corto a Pita, que al intentar girarse al borde del área propia, perdió el balón. Recogió Ángel sin marca y marcó el 1-2.
La defensa del Lugo fue un flan en todo el partido. En el 57 un despeje de Carlos Hernández lo devolvió a campo lucense, como si de voleibol se tratase, el central maño Cabrera. Con Miquel adelantado, y Hernández dentro del área saliendo de despejar, dejaron a Ángel solo, que hizo el 1-3. Minutos después, a la contra, el delantero maño pudo hacer el 1-4 pero el mano a mano ante José Juan lo envió a las nubes.
El Lugo tiró de casta, sobre todo con un Pedraza sobresaliente por la izquierda. Avisó Igor Martínez, a servicio del propio Pedraza, que se quedó solo en el área, pero su semivolea se fue alta. El interior izquierdo lucense sacó los colores a la defensa aragonesa. En el 63 ganó la espalda a Marcelo Silva y recortó a Irureta. El portero aragonés tocó al atacante rojiblanco, pero el árbitro no vio penalti. Posteriormente pisó área, recortó hacia el centro y remató forzado a las manos del arquero visitante.
El Lugo no tiró la toalla, y en el partido de los regalos, Joselu ganó la espalda a Cabrera, que no se entendió con Irureta. El habil delantero lucense hizo el 2-3 a puerta vacía. En 3 minutos los lucenses empataron tras ganar un incisivo Iriome la espalda a Casado y servir raso y franco al centro del área. Llegó Campillo, que entrara de refresco por Yelko Pino, para fusilar a Irureta.
